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Vol. 73/No. 45      23 de noviembre de 2009

 
¡No hay terreno común!
(editorial)

Los que se oponen al derecho al aborto, en colusión con el Partido Demócrata desde el presidente Barack Obama para abajo, han logrado ganar una enmienda que incorpora uno de los mayores ataques al derecho al aborto desde la enmienda Hyde. Aprobada poco después de que se legalizara el aborto en 1973, la enmienda Hyde puso fuera de la ley los gastos para abortos con fondos federales de Medicaid (el fondo para la atención de salud de las personas de escasos recursos), forzando a millones de mujeres de la clase trabajadora a que nuevamente críen hijos en contra de su voluntad y poniéndolas en riesgo de abortos peligrosos e ilegales.

La enmienda Stupak, aprobada por la Cámara de Representantes el 5 de noviembre como parte del proyecto de ley de “reforma” de salud, prohibiría el uso de fondos federales para abortos a cualquier póliza de seguro de salud que cuente con el patrocinio del gobierno e impediría que aquellos que reciban subsidios federales para comprar pólizas de seguro puedan adquirir pólizas que incluyan cobertura para abortos.

La enmienda Stupak no debe ser motivo de sorpresa. Las fuerzas que se oponen al derecho del aborto han estado ganando la batalla en contra de aquellos que respaldan el derecho de la mujer al aborto por un buen tiempo ya. Los derechistas recibieron un gran impulso cuando Obama hizo un llamado para buscar un “terreno común” con ellos “para reducir el número de mujeres que buscan tener abortos”. Tan solo dos semanas después, un derechista en Wichita, Kansas, mató al Dr. George Tiller, un reconocido cirujano que realizaba abortos y defendía este derecho de la mujer. Desde entonces, ninguna organización nacional por los derechos de la mujer o sindicato ha convocado a una movilización masiva por los derechos de la mujer que los partidarios necesitan para defender el derecho al aborto.

Obama dice que no está satisfecho con la manera que se ha presentado la enmienda Stupak. Pero ha reiterado que “no buscamos cambiar el principio que ha regido por mucho tiempo, que es que el dinero federal no se usa para subsidiar abortos”. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi dice que no está de acuerdo con la enmienda pero fue ella quien la presentó en el debate parlamentario. Pelosi dice que ella también busca encontrar el “terreno común” con los enemigos de los derechos de la mujer.

No hay terreno común entre los defensores del derecho al aborto y las fuerzas que se le oponen, así como no hay terreno común entre los luchadores por los derechos de los negros y las pandillas de linchadores de negros.

Ya es tiempo de reconstruir el movimiento de la mujer que rechace los compromisos del llamado “terreno común” que subordina las demandas de la mujer a las promesas vacías de los políticos capitalistas y que luche por el derecho de la mujer a tener control de su propio cuerpo.
 
 
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