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Vol. 73/No. 44      16 de noviembre de 2009

 
Votan en ONU 187-3 por fin a
embargo de EUA contra Cuba
(portada)
 
POR BEN JOYCE  
NACIONES UNIDAS—Por décimo octavo año consecutivo la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución el 28 de octubre exigiendo el fin al embargo económico y comercial contra Cuba por parte de Washington.

Por primera vez cada nación representada en la ONU emitió un voto. Un número récord de 187 países votaron a favor. Estados Unidos, Israel y Palau votaron en contra. Los representantes de Islas Marshall y los Estados Federados de Micronesia se abstuvieron.

El canciller cubano Bruno Rodríguez explicó que mientras la administración del presidente Barack Obama ha hecho algunos cambios simbólicos, “no ha habido cambio alguno en la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba. Permanece intacto”.

Rodríguez hizo un resumen de más de media docena de ejemplos de como Cuba es impedida de comprar equipo médico vital y medicamentos, inclusive de compañías extranjeras que tienen subsidiarias estadounidenses. El gobierno estadounidense sancionó a por lo menos 56 países, a muchos de ellos con multas severas, en meses recientes dijo Rodríguez. A casi 2 mil barcos que habían hecho escala en puertos cubanos entre julio de 2008 y julio de 2009 se les prohibió la entrada a puertos estadounidenses por seis meses.

En repuesta a la afirmación de algunos de que las escaseces son el produto del socialismo, Rodríguez dijo, “Gracias a nuestro sistema hemos resistido 50 años y nos hemos desarrollado, sobrepasando el bloqueo. Si tienen la convicción de que nuestro sistema no funciona, ¿para qué necesitan entonces el bloqueo?”

También señaló como el gobierno estadounidense se ha negado a permitir la venta de materiales de construcción a Cuba tras la devastadora temporada de huracanes el año pasado.

Washington rompió relaciones diplomáticas con la Habana en enero de 1961, dos años después del triunfo de la Revolución Cubana. En febrero de 1962 el presidente estadounidense John F. Kennedy impuso un total embargo comercial. Este fue reforzado bajo la administración Clinton con la Ley Helms-Burton, extendiendo el cumplimiento del embargo a otros países.

Cada año desde 1992, la delegación cubana en la ONU ha introducido una resolución que demanda el fin al embargo. El primer año recibió 59 votos a favor. Los delegados que votan a favor nunca han sido más de cuatro.

El largo historial de una política exterior internacionalista fue reflejado por los comentarios de muchos delegados. “Es extraordinario que aun cuando Cuba lucha con una reciente serie de desastres naturales y el impacto de la crisis económica mundial, sigue asistiendo a otras naciones en el mundo en desarrollo”, dijo Delano Bart, delegado de San Cristóbal y Nieves, en nombre de la Comunidad Caribeña.

Bart señaló que miles de estudiantes del Caribe han estudiado gratuitamente en universidades de Cuba, miles en el Caribe han recibido cirugía gratis y otros procedimientos médicos en Cuba, y miles más han sido tratados por médicos cubanos voluntarios que prestan servicios en las más remotas comunidades de trabajadores en toda la región.

Baso Sangqu, el representante de Sudáfrica a la ONU, aclamó el heroico historial internacionalista de Cuba en Africa. Además de reconocer el “destacado trabajo” de Cuba en las áreas de la salud y educación en países subdesarrollados del mundo, Sangqu subrayó el importante papel que Cuba ha desempeñado “en apoyo a la lucha por la autodeterminación, libertad y justicia en el mundo”.

“Sudáfrica sigue reconociendo la contribución de Cuba a nuestra propia libertad y democracia”, dijo, señalando que los sudafricanos celebraron el 20 aniversario de la batalla de Cuito Cuanavale. Dicha batalla fue un golpe crítico a la invasión de Angola por el régimen del apartheid, “que fue un punto decisivo en la lucha contra el apartheid y abrió las puertas a la liberación de Sudáfrica”.

Varios delegados, inclusive los de Nicaragua y Venezuela, exigieron que Washington libere a los Cinco Cubanos. Los cinco son prisioneros en Estados Unidos, condenados bajo cargos amañados de “conspiración” mientras monitoreaban organizaciones contrarrevolucionarias con base en Florida que planeaban ataques violentos contra Cuba.  
 
 
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