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Vol. 73/No. 35      14 de septiembre de 2009

 
¡No pongan grilletes a
prisioneras en el parto!
 
POR BRIAN WILLIAMS  
NUEVA YORK—Decenas de personas protestaron en Manhattan frente la oficina del gobernador de Nueva York el 18 de agosto para exigir el fin de la práctica de poner grilletes a las prisioneras durante el parto. Muchas de las mujeres presentes portaban esposas para mostrar la humillación inhumana y degradante que sufren las mujeres embarazadas.

La acción fue auspiciada por Women on the Rise Telling HerStory (WORTH), la Asociación Correccional del Proyecto de las Mujeres en Prisiones de Nueva York y la Unión de Libertades Civiles de Nueva York.

Después de siete años sin dar consideración a un proyecto de ley que pondría fin a la práctica de poner grilletes, la legislatura estatal finalmente aprobó la ley el 20 de mayo. Pero 90 días después de dicha aprobación el gobernador de Nueva York, David Paterson, aún no la había firmado. En respuesta a la protesta, y otra de más de 100 personas frente su oficina el 9 de julio, Paterson habló con los manifestantes el 18 de agosto y prometió que firmaría la legislación.

El proyecto prohibe poner grilletes a las prisioneras durante el parto y la recuperación posparto, y limita el uso de los grilletes al transporte desde o hacía hospitales o clínicas. Excepciones pueden hacerse por “circunstancias extraordinarias”—“para prevenir que semejante mujer se lesione a si misma o al personal médico o correccional”. En tales casos, se le puede poner grilletes en una muñeca durante el tránsito. La legislación no se aplica a mujeres que han escapado de la cárcel anteriormente y las que están acusadas de “terroristas”.

Venita Pinckney, de 37 años, miembro de la coalición para prisioneras dirigida por el Proyecto de las Mujeres en Prisión, estuvo entre los participantes en la acción. En marzo de 2008 Pinckney fue encarcelada en Bedford Hills Correctional Facility, una de las siete prisiones para mujeres en Nueva York. “Yo fui encarcelada nuevamente por una violación de mi libertad condicional”, dijo al Militante. Ella estaba embarazada en ese entonces.

El 10 de noviembre de 2008, durante dolores del parto Pinckney fue transportada al hospital con cadenas en la cintura, grilletes en los tobillos y las manos esposadas. “Yo les dije a los oficiales que no lo hicieran, pero dijeron que ese es el procedimiento”, dijo Pinckney. Al llegar, la mantuvieran encadenada, hasta que un guardia de la prisión se presentó en su cuarto. Le quitaron los grilletes solo cuando el bebé estaba naciendo y se los pusieron otra vez justo después del parto.

Tina Reynolds, de 50 años, es cofundadora de WORTH, un grupo dirigido por mujeres previamente encarceladas. Pasó mucho tiempo en la cárcel por posesión de drogas, dijo ella en una entrevista telefónica con el Militante. Hace quince años cuando estaba embarazada la encarcelaron por una violación de libertad condicional. Como Pinckney, le pusieron grilletes rumbo al hospital.

“Yo estaba furiosa y temía que si algo pasara yo no podría protegerme a mi o a mi hijo”, dijo. “Yo temía dar a luz en tránsito”. En el hospital sus tobillos siguieron en grilletes y una mano esposada a la camilla en la sala de parto. “Yo tenía muchísimo dolor pero no podía concentrarme en dar a luz por lo opresivo de no estar libre para dar a luz de una forma natural”, dijo.

En respuesta a su iniciativa, el congreso de la Organización Nacional de la Mujer (NOW) aprobó una resolución en contra del uso de grilletes en junio. Como nuevo miembro de NOW, Reynolds escribió y presentó la resolución que muchas mujeres apoyaron. “Este asunto no debe ser abordado estado por estado sino nacionalmente”, dijo.

Hasta el momento solo cuatro estados—California, Vermont, Illinois y Nuevo México—tienen reglamentos que limitan el uso de grilletes en prisioneras durante el parto. Esto se aplica a prisiones estatales y locales. El Buró Federal de Prisiones adoptó la misma disposición en octubre de 2008. Sin embargo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos ha rehusado terminar la práctica de esposar o poner grilletes a las mujeres embarazadas.

Las mujeres son la parte de la población en prisión que ha aumentado más rápido en Estados Unidos. Desde 1985 el número de mujeres en prisión ha aumentado casi dos veces más rápidamente que le el de los hombres, según la Unión Americana de Libertades Civiles.

“Unas 6 mil mujeres están en prisiones estatales y locales en Nueva York”, dice un comunicado de prensa de la Asociación Correccional de Nueva York. “Nacionalmente, aproximadamente un 4 por ciento de las mujeres en prisiones estatales, un 3 por ciento de las mujeres en prisiones federales y un 5 por ciento de las mujeres en cárceles dicen estar embarazadas al momento en el que fueron encarceladas”.  
 
 
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