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Vol. 73/No. 35      14 de septiembre de 2009

 
Fracasos bancarios en EE.UU.
marcan recuperación económica
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
Mientras que funcionarios de la administración de Obama dicen con más confianza que la economía está en camino a la recuperación, el número de bancos en quiebra está subiendo.

Desde el comienzo del año, 84 bancos han quebrado. El número de aquellos que están a riesgo de quebrar ha aumentado de 305 a 416 en el segundo trimestre, la cifra más alta en 15 años, según el Fondo de Garantías de Depósitos (FDIC). Al mismo tiempo los fondos del FDIC disponibles para garantizar los depósitos están al nivel más bajo desde 1993.

En el último año y medio, el gobierno ha invertido miles de millones de dólares en varios paquetes de rescate para prevenir un colapso de los bancos más grandes del país. Sin embargo, la crisis se ha propagado hasta el punto de abarcar todo el sistema bancario. Un número creciente de bancos pequeños y medianos han quebrado o están al borde de irse a la quiebra.

“Las primeras pérdidas estaban relacionadas a los préstamos residenciales y complicados activos relacionados a hipotecas”, dijo la presidenta del FDIC Sheila Bair en una declaración de prensa el 27 de agosto. Pero “ahora estamos viendo problemas con los préstamos más convencionales a comercios y detallistas”.

De los 84 cierres bancarios este año, 39 han ocurrido en los últimos dos meses. “El número aumenta a diario. El sistema bancario de Estados Unidos perderá unas mil instituciones en los próximos dos años”, dijo John Kanas a CNBC. Recientemente la empresa de fondos de inversión de Kanas tomó control del fracasado BankUnited de Florida, la institución financiera más grande de ese estado.

En todo el 2008 las quiebras bancarias llegaron a 26. Entre 1947 y 1978, los años del boom que siguió a la Segunda Guerra Mundial, el promedio de quiebras bancarias era de tres por año.

Los inspectores federales cerraron Guaranty Bank el 21 de agosto. Con 162 sucursales en Texas y California, fue la tercera institución financiera más grande que ha fracasado en 2009, y la décimo primera más grande en la historia de Estados Unidos. Su colapso le costó 3 mil millones de dólares al fondo de seguros de depósito del gobierno. Hasta el segundo trimestre del año, este fondo, que asegura 4.5 billones de dólares depositados en los bancos de Estados Unidos, tenía 10.4 mil millones de dólares, un 20 por ciento menos que en el previo trimestre. Hace un año tenía más de 45.2 mil millones de dólares.

“En los próximos cinco años, la agencia espera unos 70 mil millones de dólares en pérdidas por la quiebras de instituciones aseguradas”, declaró CNNMoney.com.

El FDIC asegura hasta 250 mil dólares de cada depositante en cada banco. Sin embargo los fondos que la agencia tiene disponibles son mucho menos de las cantidades que el gobierno promete garantizar.

Las regulaciones del gobierno federal dicen que el FDIC debe mantener a mano por lo menos fondos equivalentes al 1.15 por ciento de los depósitos asegurados, pero aún esta cifra está disminuyendo. A fines de junio la proporción era 0.22 por ciento.  
 
Crecen bancos más grandes
El rescate del gobierno de los bancos más grandes combinado con las consolidaciones concertadas por el gobierno federal han hecho que los bancos gigantes sean aun más grandes. J.P. Morgan Chase, Bank of America y Wells Fargo, cada uno de ellos ahora guarda más de 1 dólar de cada 10 depositados en bancos norteamericanos, a pesar de las regulaciones que prohíben esto. Junto a Citigroup estos tres bancos ahora emiten una de cada dos hipotecas y dos de cada tres tarjetas de crédito, según el Washington Post.

En un artículo titulado “Bernanke ve una recuperación ¿Cómo sabe él?” John Hussman, presidente de Hussman Investment Trust, señala que los miles de millones entregados a los bancos más grandes no han hecho nada para resolver la crisis financiera.

El presidente de la Reserva Federal Benjamin Bernanke, igual que el Secretario del Tesoro Timothy Geithner y su antecesor Henry Paulson, “no vacilan en desviar los recursos del público americano para defender y compensar a los tenedores de bonos de compañías financieras mal administradas que hicieron los préstamos imprudentes”, escribió Hussman el 24 de agosto. “No se han curado los problemas fundamentales, solo se cubren momentáneamente con un diluvió de fondos públicos”.

Los funcionarios del gobierno señalan al aumento en las ventas de viviendas como argumento de que la economía se está recuperando. En julio las ventas subieron por el cuarto mes consecutivo y los precios promedios bajaron un 11.5 por ciento comparados al año pasado. Sin embargo estas ventas “aun están en los niveles más bajos del último medio siglo”, dijo al Journal Abel Reinart, un economista de J.P Morgan Chase.

Con 3.5 millones de empleos en manufactura y en la construcción eliminados desde diciembre de 2007, la construcción de viviendas “ha bajado un 13 por ciento comparado a un año atrás y es una fracción de su punto más alto de 1.3 millones durante el boom de viviendas”, señaló el Journal.  
 
 
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