El Militante (logo)  

Vol. 73/No. 33      31 de agosto de 2009

 
¡Libertad para Troy Davis!
(editorial)
 
Frente al apoyo mundial para Troy Davis, condenado a pena de muerte, la Corte Suprema de Estados Unidos ha ordenado que una corte del distrito federal “reciba testimonio y haga determinaciones de hechos” en este caso. Davis, quién es negro, fue declarado culpable en 1991 en un juicio amañado en Georgia por la muerte a tiros de un policía blanco. Su caso es parecido a los de muchos otros trabajadores que han sido precipitadamente enviados a la cárcel por el sistema capitalista, especialmente si son afro-americanos.

Desde que tuvo lugar el juicio, siete de nueve testigos presentados por la fiscalía en contra de Davis —que no eran policías— han retractado o contradicho su testimonio. Muchos de ellos han firmado declaraciones juradas diciendo que fueron presionados por la policía para que nombraran a Davis como el asesino. En una de las declaraciones, Dorothy Ferrell dijo que “se sentía que tenía que cooperar con el oficial porque ella estaba bajo libertad condicional … Yo le dije al detective que Troy Davis fue quien disparó, aunque la verdad es que no vi quién le disparó al policía”. La Corte Suprema notó que ni una sola corte federal o estatal consideró esta evidencia. Simplemente negaron cada apelación que hizo Davis.

La decisión de la Corte Suprema de obligar al tribunal inferior a realizar una vista para revisar pruebas no fue unánime de ninguna manera. Los jueces Antonin Scalia y Clarence Thomas firmaron la opinión de disensión, escrita por Scalia. La inocencia no tiene relevancia en la cuestión de si uno debe ser ejecutado o no, fue básicamente el argumento de Scalia. “Este Tribunal nunca ha fallado que la Constitución prohíbe la ejecución de un acusado convicto que ha tenido un juicio justo y pleno pero quién más tarde logra convencer a una corte de apelación que “realmente” es inocente”, escribió.

Scalia dio mucha importancia a la Ley de Antiterrorismo y Pena de Muerte Eficaz de 1996, diseñada por el entonces presidente William Clinton. Esa ley redujo drásticamente la habilidad de presos a apelar y fue usado extensivamente por las cortes inferiores de Georgia como un fundamento para rechazar los esfuerzos de Davis de reabrir su caso una vez que salió a luz más evidencia del montaje policiaco en su contra.

La decisión de la Corte Suprema fortalece la capacidad de los partidarios de Davis de ganar más apoyo para su caso y aplicar máxima presión para poder lograr que se revoque esta flagrante injusticia. Los partidarios de Davis han anunciado una marcha en Washington el 26 de septiembre y una semana de seminarios y otras actividades del 21 a 27 de septiembre. Estas acciones ofrecen una oportunidad excelente para dar otro golpe a la cruel pena de muerte y traer a Davis un paso más cerca de la libertad.
 
Artículo relacionado:
Revisarán caso de pena capital de Troy Davis: Marcha el 26 de septiembre por su libertad  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto