El Militante (logo)  

Vol. 73/No. 31      17 de agosto de 2009

 
Nueva Zelanda: debaten legado
chino en Revolución Cubana
(portada)
 
POR PATRICK BROWN  
AUCKLAND, Nueva Zelanda—“Esta historia no se conoce en China”, dijo uno de los participantes en una reunión sobre “La singular historia de los chinos en Cuba”, realizada aquí el 22 de julio. “Sean lo que sean los desacuerdos que tengamos con usted, apreciamos mucho escuchar de ella”.

La reunión fue una de varios eventos en los que habló Mary-Alice Waters, presidenta de la Editorial Pathfinder y una dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores en Estados Unidos, durante una visita a Nueva Zelanda del 17 al 25 de julio.

Los comentarios eran parte de la animada discusión en una reunión auspiciada por la biblioteca pública en Botany, un suburbio al sur de Auckland que durante la última década y media se ha convertido en lugar de residencia para un gran número de inmigrantes de China.

Waters había iniciado su visita asistiendo a la Conferencia Internacional ‘Dragones en Ascenso, Bananas en Vuelo’ celebrada en Auckland del 17 al 19 de julio. La conferencia fue auspiciada conjuntamente por la filial en Auckland de la Asociación China de Nueva Zelanda y la Sociedad Internacional para el Estudio de los Chinos en Ultramar.

El sitio web de la conferencia explica que “Bananas” es históricamente “un término despectivo para describir a los de origen asiático nacidos fuera de Asia que han adoptado características culturales occidentales: amarillo por fuera, blanco por dentro. En años recientes el término se ha convertido en un símbolo que identifica a aquellos que viven fuera de Asia y celebran y abrazan la mezcla de culturas e influencias orientales y occidentales”.

Conferencias como ésta han afirmado la identidad de la comunidad chino-neozelandesa frente a la discriminación y la presión de hacerse invisibles. (Lea el texto completo del discurso de Waters en la conferencia en la página 14.)

Sus presentaciones se basaban en el libro Nuestra historia aún se está escribiendo: La historia de tres generales cubano-chinos en la Revolución Cubana, publicado por la Editorial Pathfinder. Waters fue la editora del libro en el cual Armando Choy, Gustavo Chui y Moisés Sío Wong hablan de sus cinco décadas de experiencias en las primeras filas de la Revolución Cubana. Discuten también el significado histórico de la inmigración china a Cuba. Una traducción del libro al chino fue presentado en marzo en una reunión en Beijing

La discusión en la biblioteca de Botany —ubicada en medio de un centro comercial grande y muy traficado— se concentró en el tema “¿qué es el socialismo?”, y el carácter y curso de las revoluciones cubana y china. Traducción a mandarín e inglés fue proveída por un empleado de la biblioteca y por otro participante en la reunión.

Varias personas en la audiencia quienes nacieron en China y quienes hoy día viven en Nueva Zelanda explicaron que encontraron interesante e informativa la presentación, pero que no quedaron convencidos de que una revolución socialista pudiera ofrecer un camino hacia adelante.

Waters agradeció las preguntas diciendo que “ellas bregan con los temas más importantes que enfrenta el pueblo trabajador en todas partes del mundo hoy día”.

Otro de los participantes chinos comentó que tenía un amigo de la familia quien se había ido de Cuba por que la vida se puso peor y no mejor después de la revolución.  
 
Avances de la Revolución Cubana
En su respuesta, Waters notó que el derrocamiento de la dictadura de Batista en 1959 no fue bien recibida por todos en Cuba, ni todos habían apoyado las muy populares medidas revolucionarias tomadas por el nuevo gobierno.

“La actitud de las personas en Cuba hacia la revolución —cualquiera que fuera su ascendencia— dependía más comúnmente a la clase que pertenecían antes de la revolución”, dijo ella.

Cuba sigue siendo un país subdesarrollado, dijo Waters, y las condiciones de vida no son tan fáciles. Los cubanos, desde Raúl Castro hacia abajo, son los primeros en decirte que muchos de los problemas que encaran hoy día son causados por ellos mismos. “Pero el mayor problema que encaran es la determinación de la clase dominante de Estados Unidos de castigarlos por su revolución”, dijo ella. Una guerra económica para minar el apoyo del pueblo cubano hacia la revolución ha sido “la política del gobierno de Estados Unidos desde hace 50 años”.

Regresando al tema de China, Waters observó, “La revolución ahí fue una de las mayores luchas anti-imperialistas y de liberación nacional en la historia. Entre 1949 y 1952, el pueblo trabajador en las ciudades y en el campo pusieron fin al dominio brutal de los adinerados terratenientes y capitalistas. Pero la dirigencia del Partido Comunista de China —como la casta privilegiada dominante de la Unión Soviética bajo José Stalin y sus sucesores— tenía un distinto carácter de clase que la dirigencia revolucionaria de los trabajadores y agricultores en Cuba. A pesar de las palabras que usaran, lo que Mao Zedong y su partido implementaron en China no fue el comunismo, sino su antítesis”.

Mientras la reunión de la biblioteca fuera uno de las más notables de la visita, Waters también tuvo una oportunidad de explicar la Revolución Cubana a una audiencia aún más amplia en “Reporte Asiático”, un programa de radio semanal de 15 minutos de duración auspiciado por Jason Moon en la emisora pública Radio Nueva Zelanda.

Waters también habló en dos reuniones universitarias, una en la Universidad de Auckland auspiciada por la Facultad de español, que tuvo como anfitriona a Kathryn Lehman, una profesora de la facultad; la otra en la Universidad Tecnológica de Auckland, auspiciada por el Centro para Investigaciones sobre la Salud de Asiáticos y de Migrantes, y moderada por Shoba Nayar.
 
 
Artículo relacionado:
La singular historia de los chinos en Cuba: Lo que una revolución socialista hace possible  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto