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Vol. 73/No. 26      13 de julio de 2009

 
Gobierno iraní reprime protestas
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
El gobierno en Teherán llenó las calles de ciudades de Irán con milicianos y policías armados para detener las protestas de centenares de miles a favor de los derechos democráticos tras las elecciones presidenciales del 12 de junio. Desde el 21 de junio, la policía antimotines, fuerzas paramilitares y el Cuerpo de Guardias Revolucionarios han atacado protestas mucho menos numerosas.

El ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de Irán, ordenó que cesaran las protestas que estallaron cuando el gobierno anunció que el presidente Mahmoud Ahmadinejad había sido reelecto. El Consejo Guardián, un grupo de religiosos y abogados que supervisa los comicios y puede desaprobar nuevas leyes, certificó la reelección de Ahmadinejad el 29 de junio y le prestará juramento a principios de agosto. El 22 de junio, los Guardias Revolucionarios, principal fuerza militar del país, amenazó con “enfrentamientos decisivos y revolucionarios” con los que continuaran saliendo a las calles para protestar.

Ahmadinejad fue declarado el ganador de los comicios presidenciales, con un 63 por ciento de los voto contra un 34 por ciento para Mir Hossein Mousavi, primer ministro en los años 80. Mousavi, a quien no se ha visto en público desde el 18 de junio, impugnó los resultados y exigió una nueva votación. Mohsen Rezaei, candidato presidencial y dirigente de los Guardias Revolucionarios por mucho tiempo, retiró su queja de que los comicios habían sido fraudulentos. El Consejo Guardián había declarado anteriormente que haría un recuento del 10 por ciento de los votos pero que no se cambiarían los resultados.

Las protestas subrayan la erosión del control que los religiosos adinerados han mantenido sobre el gobierno por 30 años. Estos consolidaron el dominio capitalista para frenar el avance de los trabajadores y campesinos después cuando la revolución de febrero de 1979 derrocó al sha, un firme aliado de Washington. Hoy día se está abriendo espacio político para que los trabajadores, campesinos, mujeres y nacionalidades oprimidas impulsen sus reivindicaciones.

Las elecciones también muestran las crecientes divisiones en el seno de la burguesía iraní en torno a cómo defender sus intereses ante las presiones imperialistas y el impacto de la crisis económica capitalista mundial.

Jamenei fue uno de los comandantes de los Guardias Revolucionarios antes de ser presidente y luego líder supremo. Ahmadinejad estuvo en los Guardias durante la guerra de 1980-88 para repulsar un ataque del gobierno iraquí contra la revolución iraní respaldado por el imperialismo.

Durante esa guerra, el régimen iraní sacrificó las vidas de una generación de jóvenes que fueron enviados a despejar minas iraquíes caminando sobre ellas. Un millón de trabajadores y campesinos murieron en la guerra, que los religiosos aprovecharon para consolidar su control sobre el gobierno capitalista.

Entretanto los Guardias Revolucionarios se han dedicado a hacer jugosas inversiones económicas, obteniendo contratos estatales en los sectores agropecuario y petrolero, en la construcción de carreteras y presas, y en la manufactura de autos.  
 
Mujeres en batallas contra policía
Mujeres han ocupado un papel destacado en las protestas y han luchado junto a hombres contra ataques policiales. A pesar del orden de Jamenei de cesar las protestas, miles de manifestantes salieron a las calles de Teherán, la capital, el 20 de junio, enfrentándose a policías armados con porras, gases lacrimógenos y cañones de agua. TV Iran Press informó que 457 personas fueron arrestadas. Fuentes del gobierno dicen que 20 personas han muerto desde el comienzo de las protestas.

Algunas personas salieron a sus techos en Teherán y corearon “Allahu Akbar” (Dios es grande) desafiando los ataques policiacos.

Entre los detenidos por unas horas después de la protesta de Teherán se encontraban la hija de Hashemi Rafsanjani y otros cuatro familiares. Rafsanjani, un antiguo presidente que apoyó a Mousavi, encabeza la Asamblea de Expertos, un cuerpo de religiosos que tiene autoridad para remplazar al líder supremo de Irán.

Por otra parte, el 18 de junio el gobierno británico anunció que había congelado mil 640 millones de dólares en activos iraníes en el Reino Unido como parte de las sanciones que impuso la ONU para parar el programa nuclear de Teherán. En un discurso que dio durante las oraciones del viernes 19 de junio, Jamenei señaló al gobierno del Reino Unido como “el más diabólico” de los enemigos de Irán. Poco después, Londres y Teherán realizaron expulsiones mutuas de diplomáticos.

Después de declarar que estaba “profundamente preocupado” por la violencia después de las elecciones, el presidente Barack Obama dijo el 23 de junio que estaba “espantado e indignado” por la respuesta del gobierno iraní a las protestas. La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó, por un margen de 405 a 1, una resolución no ejecutable en que denunciaba la represión. El Senado aprobó por unanimidad una resolución similar.  
 
 
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