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Vol. 73/No. 25      29 de junio de 2009

 
Los 5 Cubanos: ‘Apoyo del mundo nos anima’
(especial)
 
A continuación reproducimos la conclusión de la tercera parte de una entrevista en cinco partes con Gerardo Hernández, uno de los cinco revolucionarios cubanos que han estado presos más de 10 años en Estados Unidos bajo cargos falsos. El cineasta y escritor Saul Landau realizó la entrevista telefónica el 1 de abril.

Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y René González fueron arrestados el 12 de septiembre de 1998. Habían estado recogiendo información sobre grupos cubanoamericanos contrarrevolucionarios que tienen una historia de ataques violentos contra Cuba y operan desde el sur de Florida con la complicidad de Washington.

Los cinco fueron declarados culpables en 2001 de múltiples cargos falsos, desde “conspiración para cometer espionaje” hasta “conspiración para cometer homicidio”. Recibieron sentencias que varían desde 15 años hasta cadena perpetua.

Las notas al pie son del Militante. Se han hecho leves cambios de estilo y gramática.
 

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Saul Landau: ¿Qué hizo Cuba en contra de los Estados Unidos para merecer tanto castigo durante 50 años?

Hernández: El “crimen” más grande de Cuba ha sido haber querido ser un país soberano e independiente. La historia va mucho más atrás que 50 años. Cuba estaba ganando la guerra con España para alcanzar su independencia cuando los Estados Unidos dijeron, “Oh oh, ¡esto no nos conviene!” De buenas a primera explotó el USS Maine, en la Bahía de La Habana, misteriosamente, y eso fue el pretexto para la intervención de los Estados Unidos para derrotar a España. Entonces ellos pusieron la Enmienda Platt en la constitución de Cuba, permitiendo la intervención por parte de los Estados Unidos.1

Vamos mucho más atrás: Cuba, la “fruta madura” que iba a caer en manos de los Estados Unidos. Cuba, el traspatio de los Estados Unidos. Esa islita tiene la gran desgracia de estar a 90 millas del país más poderoso del mundo. Cuba se negó a ser el balneario y el prostíbulo de ellos, como fue en los famosos años en que los marines iban y se orinaban en la estatua de José Martí.2 Esos tiempos están muy presentes en la mente de los cubanos todavía. El crimen más grande de Cuba fue querer ser un país libre y soberano, sin que fuera el embajador norteamericano quien dictara, como pasó durante casi medio siglo. Por eso no pueden perdonar a Cuba: por querer tener su propio sistema.

Recuerde que ellos eran los dueños de los casinos, las industrias, las mejores tierras; eran los dueños prácticamente del país. Eso se acabó en 1959, y es algo que no nos perdonan.

Landau: ¿Entonces usted sufre el castigo simbólico de esa “falta de respeto?”

Hernández: Sí, pero hay otro elemento fundamental, en mi opinión. El FBI quedó en una mala posición porque se descubrió que había penetrado a los Hermanos de Rescate a través de Juan Pablo Roque.3 El era un agente [de la inteligencia cubana], incluso le pagaban para que les diera información. Cuando eso se descubrió, el FBI quedó muy mal parado con la extrema derecha de Miami. El FBI buscó a un chivo expiatorio para poder decir: “Agarramos a estos cinco culpables”.

Landau: ¿Qué fines esperaban lograr los Hermanos al Rescate con su juicio?

Hernández: Sobre todo, un fin económico. Algunos de ellos tienen intereses políticos legítimos y son patriotas a su manera, pero muchos de ellos lo que persiguen es un fin económico. La industria del anticastrismo es una industria que da millones. Por 50 años algunas personas han vivido de eso: comentaristas radiales, hasta jefes de las 3 500 organizaciones chupando dinero federal “para lograr la libertad en Cuba”; o haciendo colectas de los viejitos para comprar las armas para la “liberación de Cuba”.

A [José] Basulto nunca se le había ocurrido violar el espacio aéreo cubano mientras la gente le daba dinero para patrullar a la Florida. Se compró unas cuantas avionetas con el dinero que donaba la gente. Cuando se le acabó el dinero, porque la gente ya no le daba más —para qué, si cuando llaman al Coast Guard [la Guardia Costera] a los balseros los van a llevar para atrás— pues entonces dijo, “Oh oh, tengo que inventar algo nuevo”. Allí fue cuando empezó a violar el espacio aéreo de Cuba… para que el dinero siguiera entrando.4

Además, en mi opinión, Basulto, quien es muy inteligente, puede haber querido con toda intención provocar un conflicto grave entre los Estado Unidos y Cuba. Ellos sueñan con el día en que el ejército americano les barra de la tierra a todos los revolucionarios. Sobre las cenizas que queden, ellos reconstruirán a su propia Cuba, la que tenían antes de la revolución. Lo que no han podido hacer ellos, que se lo haga el ejército americano. Por eso es que hablan de “traición” en Bahía de Cochinos, en Playa Girón. Ellos pensaron que detrás de ellos llegaría el ejército americano a Playa Girón.5 Esa fue la traición de Kennedy. Entonces no dudo que las intenciones de Basulto hayan sido de crear un conflicto internacional. No importa cuántos cubanos ni jóvenes americanos mueran. Lo que les importa es recuperar su país, lo que ellos consideran su país.

Landau: En Miami habían rumores de que Basulto era un agente cubano. Todas sus misiones terminaron en fracaso o desastre.

Hernández: La segunda parte es cierta, pero la primera… lo dudo mucho. Es una lástima que se hayan perdido esas vidas, pero le puedo asegurar que Cuba hizo todo lo posible para evitarlo. Mandaron 16 notas diplomáticas por canales oficiales pidiendo a los Estados Unidos que no dejaran a los Hermanos de Rescate que violara el espacio aéreo cubano.


1. Entre 1868 y 1898 los independentistas cubanos libraron tres guerras contra el dominio colonial español. El Partido Revolucionario Cubano de José Martí lanzó la guerra final en 1895. Cuando los rebeldes ya estaban derrotando a las fuerzas españolas, el gobierno norteamericano bajo el presidente William McKinley intervino y le declaró la guerra a España en 1898, usando como pretexto el hundimiento del barco USS Maine. El fin del régimen español fue seguido por la ocupación militar norteamericana. En 1901, a Cuba la obligaron a incorporar a su constitución una enmiendas redactadas por el senador estadounidense Orville Platt que le daba a Washington el derecho de intervenir en los asuntos cubanos en cualquier momento y de establecer bases militares en suelo cubano.

2. El 11 de marzo de 1949, un marine norteamericano se subió a la estatua de José Martí y se orinó encima. Esto provocó indignación, con protestas frente a la embajada norteamericana en La Habana que fueron agredidas por la policía.

3. Juan Pablo Roque, un ex piloto de la fuerza aérea cubana, fue uno de los revolucionarios cubanos que se habían introducido en Hermanos al Rescate —un grupo derechista cubanoamericano que alegaba ser una organización humanitaria dedicada a rescatar a “balseros” cubanos— para obtener información sobre sus actividades. Roque regresó a Cuba poco antes del 24 de febrero de 1996, cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba derribaron dos avionetas piloteadas por Hermanos al Rescate cuando estas incursionaron de manera provocadora en el espacio aéreo cubano. Roque también había estado proporcionando información sobre el grupo al FBI, y había advertido a José Basulto, jefe de Hermanos al Rescate, que Cuba iba a derribar aviones que entraran a su espacio aéreo. Los fiscales federales acusaron a Hernández de conspiración para cometer homicidio, alegando que él era responsable de que Cuba derribara las avionetas. También presentaron cargos contra Roque, en su ausencia, por no inscribirse como agente extranjero.

4. Desde principios de los años 60, Washington ha otorgado la residencia legal a cualquier cubano que llegue a Estados Unidos y diga que está huyendo de la revolución. En 1995 el gobierno norteamericano aplicó una política de “pies mojados-pies secos”, bajo la cual los cubanos sin visas de Estados Unidos que son interceptados en alta mar son regresados a Cuba, pero los que logran llegar a suelo estadounidense son otorgados la residencia.

5. En abril de 1961 1 500 mercenarios, organizados por la administración Kennedy, invadieron Cuba en Playa Girón, cerca de la Bahía de Cochinos. Las fuerzas armadas cubanas, las milicias y la policía revolucionaría les infligieron una derrota rotunda en menos de 72 horas.
 
 
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