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Vol. 73/No. 13      6 de abril de 2009

 
Malcolm X es tema de discusión en
feria internacional del libro en Cuba
Presentan en La Habana nuevos títulos sobre
el legado de ‘una de las figuras políticas
revolucionarias más importantes del siglo XX’
(articulo especial)
 
POR RÓGER CALERO
Y BEN JOYCE
 
LA HABANA—El legado de Malcolm X y su importancia en Cuba hoy fueron el enfoque de una de las principales presentaciones en la Feria Internacional del Libro de La Habana este año.

La primera edición cubana de Habla Malcolm X, publicada por Ciencias Sociales, una de las principales casas editoras del país, y “Revolución, internacionalismo y socialismo: El último año de Malcolm X”, por Jack Barnes, el principal artículo del más reciente número de la revista Nueva Internacional, se presentaron en un evento el 20 de febrero ante un público de 60 personas.

Sonia Almaguer, directora de Ciencias Sociales y moderadora del evento, dijo que Habla Malcolm X, con una tirada de 5 mil ejemplares, forma parte de la expansión de la colección “Una mirada a los Estados Unidos” de esta editorial. Ella observó que los discursos, entrevistas y declaraciones en el libro, publicados en español en Estados Unidos por primera vez por la editorial Pathfinder, representan la mayor colección de obras de Malcolm X publicadas en Cuba hasta la fecha.

Almaguer presentó a los cuatro panelistas: Esteban Morales, director emérito del Centro de estudios sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana, autor del prólogo de la edición cubana de Habla Malcolm X; Martín Koppel, editor de la edición original de Pathfinder; Adalberto Hernández, presidente nacional de la Federación Estudiantil Universitaria de Cuba; y Fernando Martínez Heredia, premio nacional de ciencias sociales en 2006.

Mientras el público escuchaba atentamente lo que decían los oradores sobre Malcolm X, era casi palpable la electricidad política en la sala. Para muchos era la primera vez que conocían sobre las ideas políticas de un dirigente revolucionario cuyo nombre les era familiar pero que realmente nunca habían conocido.  
 
Evolución política de Malcolm X
“Malcolm X devino en un líder de la lucha revolucionaria a nivel mundial”, dijo Esteban Morales. “Es una de las personalidades políticas revolucionarias más apasionantes e importantes del siglo XX”. La publicación de Habla Malcolm X en Cuba es particularmente importante, observó Morales, porque Malcolm X “no es suficientemente conocido”.

En Cuba se publicaron extractos de discursos de Malcolm X en varias colecciones en 1967, 1968 y 1974, así como la publicación póstuma de la Autobiografía de Malcolm X, por Alex Haley. Hace unos años Ciencias Sociales reimprimió la autobiografía, y en 2003 la Casa Editora Abril publicó la edición cubana de Malcolm X habla a la juventud, editada originalmente por Pathfinder.

Morales citó la declaración de Malcolm “Yo no soy norteamericano, soy uno de los 22 millones de negros que son víctimas del norteamericanismo”. Su perspectiva revolucionaria “lo separaba, estratégicamente y tácticamente, de la variante de lucha practicada por Martín Luther King”.

Señaló el ejemplo de Malcolm como dirigente intransigente que rompió con la Nación del Islam “al observar la corrupción y la falta de actividad política verdadera a favor de los negros” por parte de su liderazgo y continuó evolucionando políticamente. En su último año Malcolm X “ya no hablaba de revolucionarios negros y blancos, sino simplemente de revolucionarios. Era opositor al imperialismo, lo cual lo encaminaba hacia el internacionalismo y el socialismo. Abrazaba la Revolución Cubana. Apoyaba la revolución argelina. Promovía el periódico The Militant. Y profundizaba su colaboración con el Partido Socialista de los Trabajadores”, dijo Morales.

Malcolm nos ayuda a comprender la importancia “de ser comunista sin olvidar que se es negro”, dijo Morales. Entender eso “tiene una validez para la lucha por el socialismo, incluso en la sociedad cubana actual, porque a pesar de todo lo que hemos avanzado, debemos recorrer aún un largo camino para que desaparezca la discriminación racial y el racismo en nuestro país”. Las ideas de Malcolm X, concluyó, son importantes “no solo para el pueblo norteamericano, sino incluso para los cubanos de hoy”.

Morales es conocido y respetado en Cuba no solo por sus escritos sobre política norteamericana sino por su trabajo de divulgación de capítulos importantes de la historia cubana que son parte de las luchas contra el legado de la esclavitud y la discriminación racial, así como la lucha continua en la actualidad para erradicar ese legado.  
 
Proletario internacionalista
“El Malcolm que muchos cubanos conocen es el Malcolm de la Autobiografía o de la película de Spike Lee”, apuntó Koppel, señalando que ambas versiones terminan antes del último año tan decisivo en la vida de Malcolm. “En Habla Malcolm X, verán su desarrollo como dirigente internacionalista proletario”.

Koppel resaltó la importancia para los revolucionarios en Estados Unidos de algunos de los planteamientos fundamentales que hace Barnes en el artículo “Revolución, internacionalismo y socialismo: El último año de Malcolm X”, que aparece en el número 8 de Nueva Internacional y el número 14 de New International. El primero, dijo Koppel, es que el papel de vanguardia que ocupan en la lucha de clases en Estados Unidos los trabajadores que son negros no es una cuestión teórica. Se ha demostrado una y otra vez, desde la Guerra Civil hasta la lucha para forjar los sindicatos industriales en los años 30, las batallas de masas por los derechos democráticos que derrotaron el sistema de segregación racial conocido como Jim Crow, hasta el día de hoy.

El segundo, dijo, es que solo una revolución socialista puede abrir la puerta a la posibilidad de acabar con la opresión racista. “El legado del racismo no se puede eliminar de la noche a la mañana, pero con liderazgo consciente, el poder estatal es el arma más poderosa que se puede usar para combatir este legado”, dijo Koppel, destacando el ejemplo de la Revolución Cubana. “Por muchos desafíos que queden, Cuba es el único lugar donde hoy podemos señalar y afirmar: esto es lo que una revolución socialista permite realizar”.

En el artículo de Nueva Internacional, dijo Koppel, Barnes también explica cómo Malcolm en su último año de vida, influido profundamente por sucesos mundiales y sus viajes internacionales, evolucionó, alejándose de considerarse un nacionalista negro, hacia el internacionalismo proletario.

El hito decisivo para Malcolm no fue su peregrinaje a la Meca y el hallazgo de que “algunos blancos podrían convivir con él como hermanos de Islam … en un futuro lejano, en una tierra lejana”, como afirma Barack Obama en su libro Los sueños de mi padre. Fueron los intercambios que Malcolm tuvo con revolucionarios, especialmente en Africa, lo que lo llevaron a dejar de usar el término nacionalismo negro para definir su perspectiva, dijo Koppel, y “buscar a otros compañeros revolucionarios por todo el mundo, sin importar el color de la piel o sus criterios sobre religión”.

Malcolm “seguía una trayectoria que lo estaba llevando hacia el socialismo y el comunismo”, dijo Koppel.  
 
Vigencia hoy para juventud cubana
Adalberto Hernández dijo que “Malcolm X nos da un mensaje de importancia para las actuales generaciones” de cubanos. Comentó que hoy día los jóvenes en Cuba no estudian mucho sobre Malcolm X y “otros dirigentes revolucionarios de los 50 y 60 en el mundo”.

“En el último año de vida Malcolm X llega a una radicalización”, apuntó Hernández. “Va abrazando la causa no solo de los negros norteamericanos sino también la causa de los oprimidos del mundo”.

Malcolm X “también nos da otro mensaje”, dijo Hernández, “de no olvidar nuestra identidad, ser defensores de nuestro patrimonio cultural histórico”. La forma en que Malcolm inculcaba orgullo y rechazaba autoimágenes degradantes entre los negros es una respuesta a los prejuicios y estereotipos antinegros que persisten hoy en Cuba, subrayó Hernández, ofreciendo varios ejemplos mientras muchas personas en el público asentían con la cabeza.

“A veces, cuando alguien ve a una joven mulata o negra muy bonita, dice, ‘¡Qué blanca se perdió ahí!’ ”, observó Hernández.

Ante las risas del público, Hernández dio un segundo ejemplo de su propia experiencia como persona de piel oscura: el estereotipo de que los negros son bailarines por naturaleza. “Yo casi no sé bailar”, dijo. “Pero a veces me dicen, ‘¿Cómo que tú no vas a saber bailar?’ ”

Hernández concluyó citando un discurso que dio Fernando Martínez Heredia en un evento el año pasado en que el Partido Comunista de Cuba estableció una comisión, encabezada por Martínez, para conmemorar el centenario de la fundación del Partido Independiente de Color, un partido político en Cuba que luchaba por los derechos de los negros y que fue reprimido brutalmente por el gobierno capitalista en una masacre en 1912 que les costó la vida a miles de personas.

El discurso destacaba la necesidad de “auspiciar la comprensión del carácter plural de la cultura nacional” y de “rescatar los aportes y los sacrificios que padecen olvido, exaltar los humildes de todos los colores”, dijo Hernández.  
 
‘Uno de los nuestros’
El último orador fue Martínez Hernández, quien comenzó aplaudiendo la nueva edición de Ciencias Sociales de Habla Malcolm X, así como el “profundo ensayo” de Jack Barnes publicado en Nueva Internacional. Elogió a la editorial Pathfinder y al Partido Socialista de los Trabajadores en Estados Unidos por su historia de 45 años de “recoger, publicar y divulgar” a Malcolm X en sus propias palabras.

Martínez destacó los aportes políticos de Malcolm, desde su condena a la posición de apoyo al político demócrata Lyndon Johnson como “el mal menor” frente al candidato republicano Barry Goldwater, en las elecciones presidenciales de 1964, hasta sus discusiones con jóvenes luchadores por los derechos civiles en que rechazaba la “no violencia” como estrategia. Citó las palabras de Malcolm sobre la necesidad de despertar los oprimidos para que descubran, no su explotación sino “su humanidad, su valor propia, y su historia”.

Malcolm, apuntó, “transitó del nacionalismo negro a una prédica decidida de la unión de todos los que quieran actuar” contra “las condiciones miserables que existen en este mundo”. Condenó la agresión imperialista norteamericana, desde Africa hasta Vietnam, y más y más adoptó una trayectoria internacionalista. “Comenzó a plantear la necesidad de oponerse al capitalismo como sistema y de derrocarlo”.

Las ideas del dirigente revolucionario “constituyen un acervo extraordinario para el camino hacia la liberación del pueblo de Estados Unidos y para las causas de liberación de los demás pueblos”.

Para todos los oprimidos que están luchando, “Malcolm fue lo que se llama ‘uno de los nuestros’”, concluyó Martínez. Fue evidente que muchos entre el público entendieron esto más profundamente que nunca, y más tarde unos cuantos dijeron que los comentarios de los oradores cubanos sobre la lucha continua para erradicar los vestigios del racismo en Cuba fueron alentadoras por su franqueza.

La sed de aprender más sobre Malcolm X se vio en el hecho de que, al finalizar la feria, se habían agotado todos los libros del dirigente revolucionario que estaban a la venta en el stand de Pathfinder. Durante la feria y en otras actividades se vendieron o distribuyeron más de 340 ejemplares del número 8 de Nueva Internacional y del número 14 de New International.

Aparecieron noticias sobre la actividad en la televisión cubana y en La Jiribilla y Cuba Ahora, publicaciones digitales cubanas. Las palabras de Martínez Heredia fueron reproducidas por la agencia de noticias cubana Prensa Latina.  
 
 
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