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Vol. 73/No. 12      30 de marzo de 2009

 
Libros sobre batallas de los Teamsters
en los 30 ‘prueban necesidad
de acción revolucionaria’
Sindicalistas cubanos presentan ediciones
en español de ‘Rebelión Teamster’, ‘Poder Teamster’
(articulo especial)
 
A continuación publicamos las palabras ofrecidas el 18 de febrero en un evento en la Feria Internacional del Libro de La Habana al presentarse las ediciones en español de Rebelión Teamster y Poder Teamster, publicados por la editorial Pathfinder. Son los dos primeros de cuatro tomos de Farrell Dobbs sobre la histórica lucha de sindicalización en el Medio Oeste en los años 30 impulsada por el Local 574 del sindicato de camioneros Teamsters en Minneapolis. Las palabras que reproducimos aquí son de Miguel Toledo, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Azucareros de Cuba, y de Martha Martínez, asesora de la Federación Sindical Mundial, región de las Américas.

En el evento también se presentó Es posible una revolución socialista en Estados Unidos? por Mary-Alice Waters, en una nueva edición ampliada en español. Otros dos oradores abordaron temas de este libro: Yankiet Echevarría, secretario de relaciones internacionales de la Federación Estudiantil Universitaria de Cuba, y Róger Calero, miembro del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores y candidato del PST para presidente de Estados Unidos en 2008. El evento fue moderado por Mary-Alice Waters, presidenta de Pathfinder. Un artículo sobre este evento apareció en el Militante del 9 de marzo.
 

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POR MIGUEL TOLEDO  
Para satisfacción nuestra, hemos recibido dos tomos que se relacionan con acontecimientos ocurridos en los años 30 del siglo pasado. Su génesis se asocia con la rebelión de los camioneros del Local 574 que tuvo lugar en Minnesota en 1934. Los hombres y mujeres escribieron, con sangre y sacrificios, hermosas páginas en la ciudad de Minneapolis, Medio Oeste de los Estados Unidos.

Como trabajadores que somos, nos hemos identificado con los relatos que el compañero Farell Dobbs nos ofrece en su libro.

¿Quién es Farell Dobbs? Este dirigente sindical y partidista es un trabajador que, cuando tenía poco más de 20 años, fue uno de los líderes principales surgido de las huelgas de 1934. En ese año se une a la Liga Comunista de América, antesala del partido Socialista de los Trabajadores.

Ocupó distintas responsabilidades. En 1944, con otros compañeros del Local 574 y del PST, por oponerse a los objetivos imperialistas de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, fueron recluidos por un año en una prisión federal.

Rebelión Teamster nos muestra la situación tan precaria que a principio de la década de los 30 padecieron los trabajadores, mucho de los cuales eran de origen escandinavo, suecos o noruegos. El propio Farell, era descendiente de irlandeses.

Dobbs, con el decursar del tiempo, se convirtió en ciudadano del mundo, un internacionalista proletario, quien viera el presente como parte de la historia. Llegó a convertirse en uno de los grandes organizadores de masas de la clase obrera en los Estados Unidos, como lo corrobora el hecho de organizar a 250 mil choferes de camiones de larga distancia para incorporarse a un decoroso sindicato.

Un ejemplo de sus dotes de organizador y confianza en los hombres más humildes para liderar la lucha es Ray Rainbolt, un indio Sioux, quien fue elegido para comandar la guardia de defensa, que contaba con 600 miembros.

Compañeros y compañeras que nos acompañan:

Queremos agradecer al personal del periódico El Militante por la información que recibimos periódicamente, lo que nos permite estar informados sobre importantes acontecimientos de Norteamérica y del resto del mundo, desde una posición realista y en defensa del proletariado.

Mucho agradecemos los artículos publicados sistemáticamente por ese semanario, relacionados con los Cinco Héroes cubanos, presos injustamente en cárceles de los Estados Unidos, contribuyendo así a romper el muro de silencio de tan monstruosa injusticia. Actitudes solidarias como esa, en el seno del propio imperio, son ejemplos a imitar, para contrarrestar la desinformación mediática del gran poderío imperialista.

Recientemente hemos recibido un ejemplar del Militante en el que aparece una crónica de Ben Joyce con el título "La rebelión de los Teamsters en los años 30", con el siguiente pie de grabado: “Miembros del Local 574 de los Teamsters en la huelga de mayo de 1934 en Minneapolis se defienden de ataque de policías y matones patronales a sueldo. ‘Había una guerra en Minneapolis… un conflicto de la pobreza contra la riqueza, de los trabajadores contra el capital’ ”.

El comandante en jefe Fidel Castro Ruz, refiriéndose a la gran crisis de los años 30 del pasado siglo, señaló lo siguiente en una de sus reflexiones: “El carácter de la recesión cambió drásticamente, cuando una serie de bancarrotas en el Medio Oeste y en el Sur de los Estados Unidos minaron la confianza de los bancos".

Nuestro José Martí, refiriéndose a los trabajadores en los Estados Unidos, en 1886, escribió:

"La gente trabajadora se ha puesto de pie… Las cosas no están bien cuando un hombre honrado e inteligente que ha trabajado toda la vida no tiene pan, ni un peso ahorrado, ni derecho a pasear tranquilo al sol…

“Las cosas no están bien cuando [el rico] vive en consideración y holganza que exasperan al minero, al cargador… al maquinista”.

Esas expresiones de dos de los más grandes geniales personajes y patriotas cubanos de todos los tiempos reflejan la permanente preocupación por las contradicciones económicas y sociales, las batallas libradas por los más humildes en nuestro vecino del norte, así como los lazos de unidad con los sectores más deprimidos y necesitados.

Contar con estos libros, en medio de tanto papel escrito promocionando el consumismo, la banalidad y el oropel, resulta magnifico y necesario contraste, en pleno siglo XXI, y un aliento para continuar la lucha de los desposeídos de todo el mundo.

A los poderosos medios de comunicación en el mundo rico no les interesa como viven los trabajadores. Estos interesan en la medida que rindan plusvalía.

Las lecciones de estas luchas sirven de puntos de referencia en una epopeya real, las contradicciones antagónicas entre el amor de quienes producen las riquezas y los magnates insaciables en su venganza y sed de sangre.

Un ejemplo lo vemos en el magnifico libro que nos ocupa, en la página 170, capítulo 10, con el título "Viernes Sangriento”:

47 hombres yacen tendidos sobre catres con los cuerpos acribillados por heridas de balas.

Sesenta y siete personas resultan heridas.

"Ustedes pensaban que a balazos iban a relegar el Local 574 al olvido, en cambio lo que lograron fue convertir el 574 en un grito de guerra".

Rebelión Teamster no es un "manual" o una guía, como bien expresó Jack Barnes. Es la historia que documenta una experiencia concreta en la lucha de clases.

Nosotros podemos agregar que es una amena lectura que refleja las antagónicas contradicciones de un sistema condenado a desaparecer.
 

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POR MARTHA MARTÍNEZ  
Agradezco a la editorial Pathfinder, la oportunidad que ha dado a la Federación Sindical Mundial de las Américas de participar en esta presentación.

Este reconocimiento lo expreso por dos razones:

La primera, porque con esta invitación la editorial está diferenciándose de esos poderes hegemónicos —que incluyen, por supuesto, los monopolios de la información— que han dado por difunta a una organización que por más de 60 años ha permanecido fiel a la clase trabajadora, y que al despegar con renovada fuerza en el escenario internacional en defensa de la lucha de clases, se procura excluirla y aislarla, porque su pensamiento y su llamado a la acción es considerado peligroso para los intereses de este mundo capitalista salvaje y voraz.

La segunda razón es por habernos dado el privilegio de permitirnos la lectura de esta primera edición en español.

Les confieso que en lo personal he llegado aquí superando, al menos eso creo, un debate interior acerca de cómo debía comentar estos libros, si existían reglas o protocolos — que de existir confieso desconozco— para finalmente decidir guiarme por la intuición y por un concepto elemental: despertar el interés por la lectura de un testimonio que no puede ser considerado del pasado porque su atributo más descollante es transmitir un conocimiento acabado y valioso para el movimiento sindical contemporáneo: una experiencia práctica de lucha obrera.

La “rebelión” que describe el libro de Dobbs es la huelga de trabajadores que, explotados y despojados de sus derechos en una época de depresión, logran vencer a la tímida burocracia sindical que les inmovilizaba, auto-organizarse, preparar la huelga, declararla al cerrarse la puerta a la negociación y luego resistir, defenderse y derrotar a los patronos y a políticos oportunistas, con un liderazgo colectivo incorrupto y contando con la cooperación de otros sectores, mediante una práctica autentica de solidaridad obrera.

Las causas y condiciones que movieron a la lucha al Local 574 de los Teamsters para defender el sindicato, luchar por sus derechos y consolidar el poder obrero, y los desafíos y obstáculos que superaron para alcanzar la victoria, son semejantes a los que se manifiestan en la actualidad en los Estados Unidos y en la mayoría de los países del sistema capitalista.

Esta crisis, cuyos efectos recaen ya en miles de trabajadores despedidos y familias empobrecidas durante la oleada neoliberal, es consecuencia del mismo modelo y de sus vicios asociados: la especulación, el individualismo y la avaricia.

La primera experiencia que nos deja esta rebelión de 1934 es que una época de crisis es también un momento de oportunidad para la transformación y el cambio, para fortalecer al sujeto histórico de ese cambio y para impulsar la lucha de clases.

El autor, Farrell Dobbs, aborda la realidad en toda su diversidad y riqueza, identificando a los agentes y fuerzas sociales que intervienen y la acción desplegada por cada una de ellos.

También 75 años atrás, como este hecho documenta, en el sindicalismo estaba presente la burocracia, el pensamiento conciliador y los líderes oportunistas vinculados directa o indirectamente con los poderes políticos y económicos. Manipuladores que con “buenos discursos” intentaban convencer sobre la conveniencia de “dialogar” y se mostraban renuentes al enfrentamiento de clases.

Los trabajadores entonces no se dejaron desmovilizar. Se unieron demostrando la certeza del pensamiento marxista escrito [por Carlos Marx] en la segunda tesis sobre Feuerbach: “Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento”.

Los ataques contra el marxismo revolucionario, contra los derechos de la clase trabajadora, contra su conciencia de clase y contra la lucha clasista, persiguen que los explotados asuman el orden burgués como el único posible.

Pero independientemente de los cambios que se han operado en la estructura y relaciones de clases y en los métodos de dominación del capital, la realidad que vivimos hoy sigue siendo capitalista, basada en la explotación, la dominación y la enajenación.

La lucha de clases se manifiesta en el siglo XXI, y se manifiesta con fuerza. No es la convicción de un grupo de locos o dogmáticos atrincherados en las ideas de un marxismo senil. La lucha de clases es el resultado del antagonismo irreconciliable entre el capital y el trabajo, entre trabajadores y sectores populares y una oligarquía cada vez más totalitaria.

Pero esta obra, compañeros, con su fuerza y honestidad narrativa nos activa sutilmente la sensibilidad, llevándonos del entusiasmo combativo de las masas al sufrimiento y a la indignación de un “Viernes Sangriento”: la cara violenta del Imperio.

El lector puede imaginar y sentir el sufrimiento de los cuerpos baleados por la espalda, sentir la manera con la que ese dolor, el llanto y la indignación ahogan el miedo y renuevan las fuerzas para salvar a heridos, para la solidaridad, la decisión de seguir adelante la lucha, y finalmente sentir esa satisfacción en la que se unen la conciencia y el corazón cuando se alcanza la victoria, la primer victoria, la que sirve de asiento y estímulo para la posterior redención del poder de los trabajadores.

Esto es Rebelión Teamster, esto es Poder Teamster: la reafirmación de que el camino de la acción es el único antidoto valedero para vencer el poder tiránico del capital.

Su enseñanza para este tiempo moderno es la necesidad y urgencia de recuperar la práctica revolucionaria.

Reitero mi agradecimiento a Pathfinder, una editora que —como el entonces Organizador, órgano de prensa de los huelguistas— venció las barreras del silencio y la manipulación del poder de los medios para proclamar la verdad del pensamiento revolucionario.  
 
 
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