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Vol. 73/No. 11      23 de marzo de 2009

 
Ante caída comercial,
ricos temen inestabilidad
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS  
El comercio mundial, que desde 1982 se había cuadruplicado, hoy está cayendo en picado como parte de la creciente recesión mundial. En Asia, donde la producción se dirige mayormente a la exportación, esto ha tenido un impacto devastador para el pueblo trabajador, y entre los gobernantes capitalistas ha aumentado el temor de más inestabilidad y protestas.

El desempleo en Estados Unidos ha alcanzado el nivel más alto en 25 años —una tasa oficial del 8.1 por ciento— según el último informe del Departamento del Trabajo. Se anticipan aún más despidos en los próximos meses, dado que muchos de los recortes de empleos ya anunciados todavía están por realizarse. Desde el inicio de la recesión en diciembre de 2007, los patrones han eliminado 4.4 millones de empleos, casi la mitad de ellos en los últimos tres meses.

En Corea del Sur se eliminaron 103 mil empleos en enero, al tiempo que las exportaciones bajaron en un 34 por ciento. En febrero las exportaciones cayeron nuevamente en un 17 por ciento: el cuarto mes consecutivo de bajas.

En Singapur las exportaciones bajaron en un 35 por ciento en enero. Los patrones redujeron la semana laboral de decenas de miles de trabajadores a tres o cuatro días, bajando también sus salarios.

Asmismo, se han reducido mucho las remesas familiares de los trabajadores inmigrantes en muchos países. Kirguizistán, que depende de las remesas para el 27 por ciento de su producto bruto interno, ya está pidiendo asistencia alimenticia urgente al Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

En China se eliminaron los empleos de unos 20 millones de trabajadores itinerantes que habían abandonado el campo para trabajar en las ciudades. Muchos están regresando a sus hogares, pero unos 13 millones ya no tienen fincas familiares adonde regresar porque estas se vendieron para permitir la construcción de centros comerciales, oficinas y edificios de apartamentos, dijo al Washington Post Yao Yuqun, profesor de la Universidad de Renmin.

Más de 14 millones de trabajadores en Estados Unidos no tienen empleo por la creciente contracción de la producción capitalista. Otros 8.6 millones se ven obligados a trabajar a tiempo parcial por no encontrar empleo a tiempo completo.

Según el Departamento del Trabajo, los patrones eliminaron 651 mil empleos en febrero, aumentando la tasa oficial de desempleo a un 8.1 por ciento, ó 12.5 millones de trabajadores. Encima de esa cifra, el gobierno no cuenta como desempleados a otros 2.1 millones de trabajadores, sosteniendo que están “desalentados” o no han solicitado empleo durante las últimas cuatro semanas. La verdadera tasa de desempleo y subempleo subió al 14.8 por ciento durante el mes pasado.

El día que se anunciaron las cifras de desempleo para febrero, el presidente Barack Obama visitó Columbus, Ohio, para aplaudir el recién aprobado “plan de estímulo” de 787 mil millones de dólares por haber salvado los empleos de 25 reclutas de policía allí. La promesa del plan de generar —o mantener— 3.5 millones de empleos durante los próximos dos años tendrá un efecto mínimo para los 23 millones de trabajadores que todavía buscan empleo a tiempo completo.

La tasa oficial de desempleo para los negros y latinos subió el mes pasado al 13.4 por ciento y al 10.9 por ciento, respectivamente.

En Puerto Rico el gobierno colonial anunció planes para eliminar los puestos de 30 mil empleados públicos para reducir 2 mil millones de dólares en gastos anuales. Subirían los impuestos al tabaco, el vino y la cerveza. “Nos toca a todos nosotros enfrentar la amarga realidad de un gobierno en bancarrota”, declaró el gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, en un discurso televisado el 3 de marzo.

En respuesta, más de mil trabajadores estatales se manifestaron en San Juan frente a la mansión del gobernador el 6 de marzo para oponerse al despido de estos trabajadores durante los próximos meses. Entre los manifestantes había miembros de la Central Puertorriqueña de Trabajadores, la Federación de Trabajadores de Puerto Rico (AFL-CIO), Cambiar para Ganar y la Federación de Maestros.  
 
 
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