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Vol. 72/No. 26      30 de junio de 2008

 
México desgarrado por guerras de narcos
(portada)
 
POR RÓGER CALERO  
La guerra en México entre los carteles de capitalistas narcotraficantes y tropas federales está socavando el funcionamiento del gobierno en ese país. A pesar de la movilización de miles de policías y soldados a las regiones norte y central, los carteles han actuado con creciente impunidad, asesinando a altos oficiales y controlando a otros con amenazas y sobornos.

La crisis ha aumentado las inquietudes entre los círculos gobernantes en Estados Unidos, provocando titulares como “México al borde” y “México: ¿en camino a un estado fracasado?” También ha llevado a un papel más grande para las agencias policiales estadounidenses en México.

Tras su inauguración en 2006, el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los grandes carteles que han estado en guerra por el control del narcotráfico, un negocio de 40 mil millones de dólares.

Unos 30 mil policías federales y soldados han sido movilizados a ciudades en varios estados norteños, incluidas las fronterizas. En junio de 2007, el secretario de seguridad pública anunció el despliegue de 1 600 tropas federales al estado de Nuevo León tras la muerte a balazos del legislador estatal Mario César Ríos en el centro de Monterrey. El mes anterior los policías estatales abandonaron sus puestos en protesta por el creciente número de asesinatos de policías por los carteles.

Los jefes narcotraficantes han respondido a la ofensiva militar intensificando sus ataques. En los últimos 18 meses, más de 4 mil personas, incluyendo 450 policías, han sido asesinadas en relación al narcotráfico.

Los asesinatos de altos oficiales involucrados en la campaña contra el narcotráfico se han propagado hasta la capital de México. Edgar Millán Gómez, responsable de la mayoría de las operaciones contra el narcotráfico, fue asesinado el 8 de mayo en Ciudad de México.

Los capitalistas narcotraficantes han usado su influencia para colocar a funcionarios del gobierno en sus nóminas.

En Ciudad Juárez los narcotraficantes dejaron un mensaje amenazando a 22 comandantes de la policía municipal en un monumento dedicado a los policías muertos. Se dirigía a “los que todavía no creen” en el poder de los carteles. De los 22, siete ya han sido asesinados y tres heridos en atentados. Todos los demás menos uno ya renunciaron sus puestos.

La guerra pandillera e inestabilidad en México no son de poca importancia para Washington. México, que comparte una frontera de 2 mil millas con Estados Unidos, tiene una población de 110 millones. Exporta anualmente 210 mil millones de dólares en mercancías a Estados Unidos e importa 136 mil millones de Estados Unidos.

El presidente George Bush ha apoyado un plan de 1.4 mil millones de dólares para suplir armas, equipos de espionaje y entrenamiento policial para el gobierno mexicano. Las agencias policiales estadounidenses han aumentado su colaboración con sus homólogos en México. Desde 2002, las agencias policiales estadounidenses han ayudado a entrenar y equipar a unidades especiales antinarcóticos.

Un artículo del 1 de junio en el New York Times se titulaba, “Lo que los mexicanos podrían aprender de los italianos”. Propuso que los gobiernos estadounidense y mexicano busquen una alianza policial parecida a la que establecieron Washington y el gobierno italiano para combatir la mafia en los años 80.

“Las cosas que vemos hoy en México las vimos antes en Italia”, dijo un ex agente del FBI al Times.

Después de décadas en que la mafia controlara regiones enteras de Italia, el gobierno ahí lanzó una ofensiva a mediados de los 80 que culminó con el arresto de cientos de jefes de la mafia y funcionarios del gobierno, entre ellos un primer ministro.  
 
 
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