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Vol. 72/No. 23      9 de junio de 2008

 
Carpinteros en San Francisco
se unen contra ataques racistas
(portada)
 
POR JOEL BRITTON  
SAN FRANCISCO—La lucha de miembros del sindicato de carpinteros contra la discriminación racial hacia los trabajadores negros y latinos en la industria de la construcción está teniendo un impacto.

Durante el último año han habido paros laborales para protestar el maltrato racista y protestas de carpinteros y activistas de la comunidad negra en sitios de renovación de viviendas públicas en los barrios Bayview-Hunters Point.

Se ha circulado una petición denunciando a los patrones por robarse parte de los cheques de los trabajadores latinos, quienes en su mayoría son inmigrantes de México. En diciembre de 2007, más de dos docenas de carpinteros negros y latinos se unieron para presentar una demanda de acción de clase en la Corte Superior contra la Compañía Administradora de Inversiones para Apartamentos (AIMCO) y sus subcontratistas.

La demanda exige el fin de las prácticas racistas. Acusa de que en repetidas ocasiones los patrones le dijeron a trabajadores negros calificados que no había trabajo mientras continuaban empleando trabajadores latinos. Los obreros latinos y negros eran asignados a cuadrillas separadas. Pocos trabajadores negros trabajaban una semana completa de 40 horas mientras que los latinos frecuentemente trabajaban horas extras. Un patrón le dijo a los trabajadores latinos que podían hacer trabajo de baja calidad en una sección de unidades de vivienda porque ahí iban a vivir solo negros.

En febrero los carpinteros dieron testimonio ante el Comité de Servicios a la Comunidad de la Junta de Supervisores. Según El Tecolote, un periódico bilingüe de esta ciudad, “trabajador tras trabajador señalaron cómo su dinero fue robado y cómo los supervisores y los capataces del proyecto procuraron enfrentar a latinos y afro-americanos”.

El Tecolote cita al carpintero Gregory Hall dando testimonio sobre como los patrones “Nos dijeron que éramos demasiado lentos. Así que nos sentamos con AIMCO y nos dijeron que la única manera en que emplearían a otro residente de la comunidad sería si pusieran a los latinos en una pared y los afro-americanos en otra y para que compitiéramos para ver si podíamos mantener el ritmo de los latinos y solamente entonces ellos emplearían a otro afro-americano”.

Apolinar Cornejo, quien aún no era miembro del sindicato, dijo al comité que, “cuando venían los representantes del sindicato, los supervisores de la compañía nos ocultaban en un almacén”. Dijo que los patrones “decían que teníamos que compartir nuestros cheques con el capataz como lo hacen los otros latinos. No nos dejaban interactuar con los trabajadores afro-americanos”.

El Primero de Mayo, los carpinteros Gregory Hall y Richard Rankin hablaron ante los miles de jóvenes y trabajadores que participaron en el mitin por los derechos de los inmigrantes que tuvo lugar en el Centro Cívico.

Hall, carpintero por 27 años y miembro del Local 22 del sindicato de carpinteros, dijo que en la obra en la que trabaja ahora las cosas están mejor después que los trabajadores forzaron a la AIMCO a reemplazar a varios de los subcontratistas que estaban confrontando a los trabajadores inmigrantes contra los negros.

Hall ayudó a iniciar la lucha para poner fin a la práctica de los subcontratistas de robar entre 100 y 400 dólares a la semana del salario de por lo menos una docena de inmigrantes que están trabajando como carpinteros en estas obras. Circuló una petición entre los carpinteros denunciado la extorsión por parte de los patrones y la envió a funcionarios locales, del distrito y nacionales del sindicatos de carpinteros.

Héctor Rodríguez, un carpintero por 11 años y miembro del Local 713, y Richard Rankin, un carpintero por más de 30 años y miembro del Local 22, hablaron ante tres docenas de personas en el Militant Labor Forum en esta ciudad el 16 de mayo. Rodríguez y Rankin son dos de los demandantes en la demanda legal y participantes en la lucha contra las prácticas racistas de los patrones de la construcción que continúa desarrollándose. También estuvieron presentes otros carpinteros que participaron en la discusión.

Rankin describió en detalle lo que el llamó “esta pesadilla” de repetidas prácticas racistas. Nuestra lucha, dijo, no fue por dinero sino por “el principio, lo justo contra lo injusto”. Dijo que le gustaría que los responsables fueran puestos en prisión.

Rodríguez relató como el verano pasado después de haber trabajado por varias semanas, el patrón comenzó a quitarle 100 dólares de su cheque diciendo que era una cuota sindical. Más adelante un patrón lo confrontó y le dijo, “Escuche que te estas rebelando. Ahora serán 200 dólares a la semana”. Rodríguez discutió esta extorsión con un funcionario sindical, y después los patrones lo amenazaron y lo castigaron por portarse como “una niña”, relató Rodríguez.

También habló en el programa Gerardo Sánchez, un empacador de carne y candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para el Congreso de Estados Unidos en el Distrito 12. Enfatizó la importancia de continuar la lucha para mantener los programas de acción afirmativa en el empleo de trabajadores negros. Dijo que los patrones tratan de usar el status legal de millones de inmigrantes como una “herramienta en contra de los sindicatos”. Subrayó la importancia de la participación de los carpinteros sindicalistas en el mitin del Primero de Mayo para demandar por la legalización de los trabajadores indocumentados.

“La lucha de estos hermanos esta inspirando a otros trabajadores”, dijo Sánchez. “Esta afectando algo que los trabajadores saben es muy importante, superar las tácticas de dividir y conquistar que los patrones usan en todos los centros de trabajo. Es a través de estas luchas que los sindicatos ganaran fuerza. Esto sentará la base para un partido obrero basado en los sindicatos, un partido que represente los intereses de los trabajadores”.

Hubo una discusión muy animada y se realizó una colecta para ayudar con los gastos legales que está brindando a los carpinteros el Centro Legal La Raza.  
 
 
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