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Vol. 72/No. 9      3 de marzo de 2008

 
Cuba, Africa, y la lucha contra el
racismo de 1959 hasta el presente
Mary-Alice Waters habla en reunión para celebrar
publicación en Cuba de ‘De la sierra del Escambray al Congo’
(especial)
 
Los siguientes comentarios de Mary-Alice Waters, presidente de la editorial Pathfinder fueron hechos el 16 de febrero en presentación del libro De la Sierra del Escambray al Congo- En la Vorágine de la Revolución Cubana por Víctor Dreke, en la Feria Internacional del Libro de la Habana. El evento fue moderado por Iraida Aguirrechu de Editora Política, la casa editora del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

El libro, originalmente publicado por la editorial Pathfinder en 2002, fue recientemente publicado en Cuba por primera vez, como parte del plan especial del Instituto Cubano del Libro: un programa que da acceso amplio a libros a precios subsidiados.

Dreke fue un combatiente en la guerra revolucionaria cubana de 1956-58 que derrocó a la dictadura respaldada por Washington. Ayudó a liderar las fuerzas armadas y las milicias populares para aplastar las unidades contra revolucionarias en las montañas del Escambray a principios de los años 60s. En 1965 fue el segundo al mando de los voluntarios cubanos en el Congo, bajo la dirección del Che Guevara Hoy es embajador cubano en Guinea Ecuatorial.
 

*****

POR MARY-ALICE WATERS  
La publicación aquí en Cuba del libro De la sierra del Escambray al Congo por Víctor Dreke, seis años después de que se editó por primera vez en Estados Unidos, tanto en inglés como en español, es realmente un hecho a celebrar. El acceso a unos 8 millones de libros en esta feria por toda la isla—gracias a la política y a los esfuerzos del gobierno cubano y al Plan Especial del Instituto Cubano del Libro—es un indicio de lo lejos que ha llegado el pueblo cubano en echar atrás los años más difíciles del Periodo Especial1. Demuestra al mundo nuevamente que con una clara perspectiva revolucionaria, con disciplina y valor, y con la calidad de la dirección política que ha forjado la Revolución Cubana, el imperialismo no es el vencedor inevitable.

Y le demuestra al mundo nuevamente la prioridad y el contenido que un gobierno revolucionario del pueblo trabajador le da a las palabras del héroe nacional de Cuba, José Martí2: “Ser culto es ser libre”.

Para mí es un honor participar en esta celebración.  
 
El sí ‘se metió’
Quiero hablar sobre el impacto que este libro ha tenido en Estados Unidos, incluyendo su presentación inicial durante una gira de conferencias que Víctor Dreke y Ana Morales3 hicieron en Estados Unidos durante un mes en 2002.

En las primeras páginas de este libro, Dreke relata: “Cuando era muchacho, mi papá me decía, ‘No te metas en nada’”.

Mi padre estaba en contra de Batista, recuerda Dreke. “Pero no creía en nadie. Me decía, ‘No te metas en nada. Esto va a seguir igual que siempre. Ahora gana uno y después gana el otro, y siempre van a ser los que tienen dinero los que están en el poder. Estudia y prepárate y no te metas en huelgas ni en nada de eso, que no vas a llegar a ningún lado. Además, eso no es para los negros’”.

Ese era el criterio de muchos negros en Cuba, agrega Dreke. “Por suerte no le hice caso”.

Ni tampoco lo hicieron cientos, luego miles, y después decenas de miles de otros trabajadores y jóvenes rebeldes como él. Empezaron a resistir, a luchar, y sus acciones cambiaron el curso de la historia no solo en Cuba sino por toda América y más allá.

“Estábamos dispuestos a morir para tumbar a Batista”, dice Dreke. Pero en aquel entonces “no sabíamos nada de revolución”.

De la sierra del Escambray al Congo es la historia, relatada con sentido de humor, sin exageración o simplificación, de cómo cientos de miles de personas como Víctor Dreke, empezando como jóvenes revolucionarios de poca experiencia, aunque indoblegablemente valientes, se transformaron en internacionalistas proletarios experimentados y dirigentes de un pueblo capaz de desafiar las agresiones multifacéticas de los gobernantes yanquis durante medio siglo.

A través de las Américas, y especialmente en Estados Unidos, la historia de Dreke contiene un poderoso mensaje adicional. Nos muestra el tipo de poder revolucionario de los trabajadores y agricultores que es necesario aún para empezar a eliminar el legado de siglos de esclavitud africana, segregación y discriminación racial en nuestro hemisferio. Con los desperfectos que hayan, solo Cuba socialista ofrece un ejemplo de cómo se puede acabar con la discriminación racista, que aún permea todos los aspectos de las relaciones sociales y económicas en Estados Unidos, y en otras partes de América.

El deseo de aprender de la Revolución Cubana, de aprender a luchar—y sobre todo de aprender lo que se requiere para vencer—es la razón de por qué trabajadores y jóvenes por todo el mundo, y ante todo en Estados Unidos, ya han comprado más de 5 mil ejemplares del libro.  
 
Gira por EE.UU. en 2002
El atractivo del ejemplo de la Revolución Cubana se demostró de manera poderosa poco después de la publicación de este libro, en octubre y noviembre de 2002, cuando Víctor Dreke y Ana Morales hicieron una gira de conferencias de cuatro semanas en Estados Unidos. Fueron invitados por decenas de profesores universitarios y organizaciones estudiantiles para hablar sobre “Cuba y Africa: Desde 1959 hasta hoy”. Visitaron siete estados y la ciudad de Washington en el Distrito de Columbia. Hablaron ante más de 3 mil personas que asistieron a una de las 14 conferencias, y participaron en otros 52 eventos: desde recepciones formales—incluida una auspiciada por un legislador del estado de Georgia—hasta encuentros informales con obreros ferroviarios en Washington y granjeros negros que libran una batalla para mantener su tierra en las zonas agrícolas de Georgia.

El primer evento para Víctor fue la Universidad de Howard en Washington, una de las más prestigiosas instituciones de enseñanza superior históricamente negras en Estados Unidos. El público de 300 estudiantes rebasó el salón. El mitin tuvo que ser interrumpido después de empezar, y trasladado a un auditorio más grande, porque había más de 100 estudiantes afuera en el corredor, clamando para poder escuchar a Dreke.

Su último evento fue en la Universidad Internacional de Florida, en Miami del Norte, donde 250 estudiantes, profesores y otros lograron responder con éxito a cada desafío de las fuerzas contrarrevolucionarias que intentaron obligar a la universidad a retirar la invitación y negarle a Dreke el derecho de hablar. Cuando fracasaron, hicieron varios intentos de atacar físicamente a la tribuna de oradores, pero se logró impedirlos con una línea de defensa de estudiantes, trabajadores y profesores, decididos a garantizar que se diera el evento. Y se dio. Víctor habló y lo escucharon.

Fue una tremenda victoria.

Como señaló el embajador cubano Dagoberto Rodríguez, entonces jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, al hablar en la recepción de despedida para Víctor y Ana, desde el triunfo de la revolución en enero de 1959 ningún dirigente cubano de la talla de Dreke había tenido la oportunidad de hablar tan ampliamente en Estados Unidos.

Probablemente nunca sabremos si las visas que les otorgaron a Víctor y a Ana se debieron a un error administrativo o un mal cálculo político, pero el Departamento de Estado norteamericano jamás ha otorgado una visa similar, antes o después. Es demasiado peligroso el poderoso atractivo que representa el ejemplo de la Revolución Cubana para trabajadores y jóvenes que más y más participan en verdaderas luchas en Estados Unidos. Especialmente cuando lo relata de primera mano uno de sus protagonistas históricos como Víctor.  
 
Una experiencia previa
Recuerdo que unos años antes, en 1997, en ocasión del 30 aniversario de la muerte de Ernesto Che Guevara en combate en Bolivia, el general Harry Villegas, “Pombo”4, fue invitado por profesores y estudiantes en Los Angeles y Houston a hablar en varios encuentros similares. Cuando el profesor responsable le preguntó por qué había una demora en otorgar la visa, el representante del Departamento de Estado con quien habló simplemente se rió. Su respuesta fue: “¡Deben estar locos si piensan que le daríamos una visa a Harry Villegas!”

También recuerdo bien la cara de orgullo y de gozo del jefe de Pombo en aquel entonces, el general Néstor López Cuba, cuando me dijo que había autorizado que Pombo aceptara la invitación a hablar en Estados Unidos.

“¿Qué es lo peor que puede pasar?” dijo bromeando López Cuba. “Se trata de un hombre que logró eludir una de las cazas más feroces en la historia, evadiendo el cerco organizado por la CIA y todo el ejército boliviano, incluso en un país donde el color de su piel lo convertía en un objetivo inconfundible.

“Si llegara a eso, ¡estoy seguro que él se podría hacer desaparecer en una ciudad como Los Angeles!”  
 
Misiones internacionalistas
La historia de las misiones internacionalistas de la Revolución Cubana en Africa fue de interés especial para los públicos que escucharon a Dreke en Estados Unidos. Llegaron para aprender acerca del apoyo de Cuba a las luchas de liberación nacional desde Argelia hasta el Congo, Guinea-Bissau, Angola, Sudáfrica y otros países. Llegaron para aprender acerca de la ayuda abnegada de miles de maestros, ingenieros, médicos y otro personal médico que hoy día trabajan como colaboradores internacionalistas en decenas de países africanos.

La historia de Cuba en Africa es una historia acerca de la cual muchos jóvenes afroamericanos han oído o han visto referencias, pero que en realidad conocen muy poco. El libro Misiones en conflicto, por el profesor norteamericano Piero Gleijeses, quien encabezó el comité que organizó la gira de conferencias para Dreke, ha sido un grato aporte a la tarea de superar esta falta de información, y la disponibilidad de una nueva impresión de la traducción de ese libro al español, presentada aquí en la feria del libro este año, es una grata noticia.

Pero los jóvenes y demás personas querían oír de primera mano acerca de esta historia, de alguien que hablara con la autoridad de un partícipe directo. Salieron de esas reuniones con un mayor sentido de orgullo, de confianza en su propio potencial político, en su propio valor.  
 
Guinea Ecuatorial
Vimos lo mismo en Africa, en Guinea Ecuatorial, en octubre de 2005, cuando la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial auspició la primera feria del libro en ese país. Fue un suceso histórico en un país donde no existe ni una sola librería.

La embajada cubana en Malabo, donde, como saben, Víctor Dreke es el embajador de Cuba, ofreció su pleno apoyo. La editorial Pathfinder, entre otras, fue invitada a participar, lo cual hicimos con mucho entusiasmo, ofreciendo toda una gama de títulos en español, francés e inglés: desde Habla Nelson Mandela, Qué lejos hemos llegado los esclavos por Nelson Mandela y Fidel Castro, discursos de Thomas Sankara de Burkina Faso y De la sierra del Escambray al Congo, hasta distintos números de Nueva Internacional, la revista de política y teoría marxistas, y El origen de la familia, la propiedad privada y el estado.

Para muchos de los estudiantes que se pusieron a leer los libros en las mesas y asistieron a las presentaciones en ese evento, no solo eran desconocidos los aportes de Cuba a la liberación de Africa, sino que tenían muy poca información sobre la lucha en Sudáfrica contra el apartheid. Había sucedido antes de que nacieran, o a lo sumo cuando estaban en la escuela primaria. Fue abrumador su sed de conocimientos sobre la historia de las luchas de los pueblos de Africa, y de los afrodescendientes en los países donde millones fueron llevados como esclavos. En Guinea Ecuatorial, como aquí en Cuba, los libros de Malcolm X eran de los más solicitados.

Y durante toda esa feria, hasta muchos profesores y personas que ocupaban cargos importantes en el gobierno se enteraron plenamente, por primera vez, qué tipo de persona realmente era el embajador cubano a su país. Recuerdo cómo se sorprendió el rector universitario cuando estaba mirando la foto en la contraportada de De la sierra del Escambray al Congo, una foto de Fidel junto a Che y Víctor tomada poco antes de que los dos salieran en misión internacionalista al Congo en abril de 1965.

El rector se dirigió a Víctor y le preguntó, “¿Quién es ese negro en el medio?” Dreke contestó, “Soy yo”. Hubo un silencio de asombro en el cuarto por unos segundos mientras asimilaba eso. Le dio una nueva resonancia a la frase “Excelentísimo señor embajador”.
 

*****

Estamos orgullosos de las contribuciones de Pathfinder a los esfuerzos colectivos que hicieron posible este libro y nos complace especialmente que ahora se conocerá más ampliamente aquí en Cuba. También queremos aprovechar para expresar nuestro agradecimiento especial a nuestra moderadora aquí, la compañera Iraida [Aguirrechu], por su colaboración irreemplazable. Sin sus gestiones infatigables, no se habría realizado este libro, ni en Estados Unidos ni aquí en Cuba.

Nuestro compromiso es de continuar a hacer que De la sierra del Escambray al Congo sea lo más accesible posible. “¡Avancemos hacia los próximos 5 mil vendidos!” por todo Estados Unidos y el mundo. Porque este es un mundo donde la expansión de la crisis financiera capitalista y de las guerras imperialistas hará que el ejemplo de la Revolución Cubana sea aún más atrayente para una vanguardia de trabajadores y jóvenes quienes, también ellos mismos, se ven obligados a aprender más y más a luchar, y, siguiendo el ejemplo de hombres y mujeres como Víctor Dreke, a vencer.


1. “Periodo Especial” es el término que se usa en Cuba para describir la crisis social y económica que estalló allí a principios de los años 90 a causa del repentino corte de la ayuda y de los términos preferenciales de comercio con la antigua Unión Soviética y los países de Europa Oriental.

2. José Martí organizó la última guerra de independencia del dominio colonial español a finales del siglo 19 y murió en combate.

3. Ana Morales es la doctora cubana que encabezó la misión de médicos cubanos en Guinea Bissau en 1985 y ayudó a fundar la primera escuela de medicina allí. Ella realizó una gira de Estados Unidos con Víctor Dreke en 2002, durante la cual habló sobre “Las misiones médicas cubanas en Africa de 1963 al presente”. En ese momento ella se desempeñaba como profesora en la Escuela Latinoamericana de Medicina en La Habana.

4. Harry Villegas, conocido por su nombre de guerra Pombo, es general brigadier retirado de Las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas, peleó al lado de Ernesto Che Guevara en las misiones internacionalistas en El Congo y Bolivia, así como también durante la guerra revolucionaria en Cuba. Es uno de los líderes de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, es miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, miembro suplente en la Asamblea Nacional y Héroe de la Revolución Cubana.
 
 
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