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Vol. 72/No. 5      4 de febrero de 2008

 
Para qué lucha la campaña 2008 del
Partido Socialista de los Trabajadores
(especial)
 
Sobre el pueblo trabajador en Estados Unidos y en todo el mundo recae lo peor de la crisis económica capitalista mundial, que aún está en sus etapas iniciales. Enfrentamos crecientes niveles de desempleo y la inflación concomitante, guerras que se propagan, colapsos sociales y ataques a los derechos de los trabajadores.

Las multimillonarias familias de la clase gobernante en Estados Unidos y sus rivales imperialistas, en pos de ganancias, se ven obligados en su competencia por mercados y recursos a lanzar más y más guerras asesinas, como las guerras actuales en Iraq y Afganistán. Bajo la sangrienta bandera de la “guerra global contra el terror”, las fuerzas armadas de Washington combaten en Pakistán, Filipinas, Colombia, el Cuerno de Africa y muchos otros lugares. El gobierno estadounidense mantiene decenas de miles de tropas por toda Europa y Asia. El futuro que el imperialismo les depara a millones de personas ya puede verse en la forma en que los gobernantes estadounidenses justifican el uso de la tortura contra los que califican de “enemigos” y encierran en sus prisiones desde Europa hasta la Bahía de Guantánamo, Cuba. A medida que los gobernantes hacen esto, nos quitan a todos más y más derechos.

En su arremetida contra el pueblo trabajador en este país, los patrones buscan contener más y más los salarios y desechar los planes médicos y pensiones. Diariamente sufren lesiones o mueren trabajadores en los centros laborales a raíz de la aceleración de la producción, de las campañas de “productividad”, de las combinaciones de puestos, del hecho que los patrones rehúsan proporcionar y mantener los equipos de seguridad, y otras medidas para “reducir costos”. A la par de todo esto, los capitalistas saquean desenfrenadamente la naturaleza y muestran una fría indiferencia hacia la salud y la seguridad del pueblo trabajador.

El pueblo trabajador hoy enfrenta fuertes aumentos en el costo de los alimentos, el combustible, la atención médica, el alquiler y el pago de intereses de los préstamos. Sufrimos continuas reducciones de los beneficios del Seguro Social, conforme el gobierno amaña los aumentos anuales para que se rezaguen más y más frente a la inflación. Esta ofensiva desgastante recae especialmente sobre las capas más oprimidas de nuestra clase, especialmente los trabajadores que son negros. Recae con mucha fuerza sobre las mujeres trabajadoras, quienes cargan una parte desproporcionada de las responsabilidades domésticas y del cuidado de los niños.

La plataforma del Partido Socialista de los Trabajadores ofrece una trayectoria de acción para que los trabajadores y agricultores promovamos nuestros intereses históricos de clase y nos defendamos de los intentos de los patrones, sus partidos políticos y su gobierno de hacer que el creciente desorden económico del capitalismo recaiga sobre nosotros.

Ante todo, los trabajadores necesitamos nuestro propio partido político, un partido obrero basado en sindicatos combativos, para contender con los partidos Demócrata y Republicano y todos los demás partidos capitalistas. La clase multimillonaria gobierna mediante un sistema de dos partidos para mantener la ilusión de que los trabajadores tenemos una opción. La forja de un partido obrero independiente de los partidos del capital le ofrece al pueblo trabajador una alternativa combativa. Las luchas en torno a todas las cuestiones fundamentales que se plantean en luchas sindicales y sociales tienen que librarse y conquistarse en el terreno político.

El pueblo trabajador necesita establecer un gobierno de trabajadores y agricultores. Debemos forjar un movimiento revolucionario de millones para luchar por reemplazar el poder estatal y el dominio de clase de la diminuta minoría acaudalada y empezar a organizar la sociedad para beneficio de los intereses de la gran mayoría.

Apoyar las luchas de los trabajadores para organizar sindicatos y movilizar el poder sindical para defender al pueblo trabajador de los ataques patronales. Los trabajadores necesitamos sindicatos mediante los cuales podamos tomar control de nuestras propias luchas por la dignidad en el trabajo, mejores salarios y condiciones de salud y seguridad. Debemos transformar los sindicatos en organizaciones que movilicen su peso a favor de los movimientos de protestas sociales lanzados por los trabajadores.

¡Alto a las redadas de inmigración y a las deportaciones! Alto a las cartas “no-match” del Seguro Social. Legalización inmediata de todos los trabajadores indocumentados, sin condiciones.

Defender y ampliar la acción afirmativa en el empleo, la educación y la vivienda. Ampliar los programas que obligan a las compañías a cesar las prácticas de “último empleado, primero despedido” en el caso de los negros, otras nacionalidades oprimidas y las mujeres. Dichos programas debilitan las divisiones que los patrones fomentan para socavar la capacidad de lucha de los trabajadores.

Por una escala móvil de salarios y de horas para combatir la inflación y el desempleo:

Aumentos de salarios y beneficios según el costo de vida para todos los trabajadores.Cesar el amañamiento por el gobierno de sus estadísticas, que subestiman los crecientes costos de alimentos, gasolina, atención médica, vivienda y educación universitaria, cuyo fin es mantener bajos los aumentos salariales y los pagos de Seguro Social. Los sindicatos necesitan iniciar comités de trabajadores y agricultores para poner la definición del Indice de Precios al Consumidor en nuestras manos.

Reducir la semana laboral, sin reducción de salario, para distribuir entre todos el trabajo disponible.

Dar trabajo a millones de personas con salarios a escala sindical, mediante un programa federal masivo de obras públicas para reparar y ampliar viviendas asequibles, espaciosas y cómodas, un sistema de transporte seguro y fiable, escuelas de buena calidad, guarderías infantiles financiadas por el gobierno y centros de recreación, y las mejoras tan apremiantes a la infraestructura en nuestros vecindarios, lugares de trabajo y su entorno.

Abrir los libros de contabilidad de los capitalistas. Control obrero de la industria. Los patrones pretenden chantajearnos para que “optemos” entre trabajos y seguridad, entre salud y salarios, entre pensiones para los trabajadores de mayor edad y escalas salariales de doble nivel para los nuevos empleados. El movimiento obrero debe decir “no” y exigir que los capitalistas abran sus libros de contabilidad a comités de trabajadores para someterlos a la inspección pública. La tarea de exponer la verdad de los “secretos comerciales” va de la mano del control obrero sobre el ritmo de producción, las condiciones la borales, la organización del trabajo, el empleo de los recursos y la protección del medio ambiente. Por este camino podemos adquirir la experiencia necesaria para manejar y planear la economía bajo un gobierno de trabajadores y agricultores.


“Necesitamos abordar y rectificar honesta y directamente la enorme desventaja de los costos de producción y de capital que actualmente pesan sobre los fabricantes nacionales de autos”.

—Mitt Romney, 13 de enero de 2008

“Yo represento a Wall Street y estoy orgullosa de hacerlo porque hay muchas cosas que salen de ahí que aumentan la riqueza y dan oportunidad a la gente”.

—Hillary Clinton, 11 de enero de 2008

“Los demócratas y republicanos sirven a los patrones. Los trabajadores necesitamos nuestro propio partido político, un partido obrero, forjado de un movimiento sindical combativo. Necesitamos la independencia de clase en el campo de la política para luchar por soluciones a los crecientes ataques que enfrentamos, desde la discriminación racista y sexista dentro y fuera del trabajo hasta la creciente inflación y los salarios que están estancados”.

—Róger Calero, 7 de enero de 2008


Nacionalizar la industria energética. Los dueños de los monopolios del petróleo y carbón muestran una indiferencia total hacia los millones que sufren a consecuencia de su manejo de esta industria vital, incluidos los que trabajan en las minas, refinerías y centrales eléctricas. ¡Quitar la industria energética de manos privadas! Hacer transparentes todas sus transacciones y administrarla bajo el control obrero para hacer valer las condiciones seguras de trabajo; frenar la contaminación del aire, del agua y de la tierra; hacer que la electricidad, la calefacción y el aire acondicionado sean asequibles y más seguros para el pueblo trabajador.

Atención médica y pensiones garantizadas por el gobierno, asegurando que la cobertura médica y los ingresos de jubilación sean vitalicios para todos. No a los recortes de pagos actuales o futuros de Seguro Social, Medicare o Indemnización Laboral. Reducir la creciente edad de elegibilidad. Eliminar la jubilación obligatoria.

Por la retirada inmediata e incondicional de todas las tropas estadounidenses y de “coalición” de Iraq, Afganistán, Yugoslavia, Corea, Filipinas, Bahía de Guantánamo, Cuba, y demás lugares donde están estacionadas en Europa, el Medio Oriente, Africa, el Pacífico y las Américas. ¡No a las amenazas y sanciones contra Cuba, Irán y Corea del norte! ¡Manos fuera de Venezuela!

Oponerse al espionaje y acoso estatal. Revocar la Ley Patriota y todas las leyes de caza de brujas y “mordaza”. Combatir la brutalidad policial, casos fabricados por el gobierno y atentados a los derechos de los acusados y condenados. Abolir la pena de muerte. Cerrar la Bahía de Guantánamo y demás “centros de detención” estadounidenses, y cesar la privación de garantías jurídicas elementales a todos los detenidos.


“Yo implementaría inmediatamente un Fondo de Edificios Verdes para reconstruir y renovar edificios públicos tales como escuelas, municipalidades, edificios de policías, para que sean más eficientes en el consumo de energía”.

—Hillary Clinton, 11 de enero de 2008

“Necesitamos programas masivos de obras públicas para brindar trabajos con salarios a escala sindical para millones de personas. Podemos crear transporte público adecuado, de bajo costo y fiable para los trabajadores, viviendas subsidiadas en las cuales los trabajadores puedan sentirse orgullosos de vivir, y cumplir con otras necesidades de nuestra clase…y no promover los más recientes proyectos patronales para sacar ganancias, ya sean ‘verdes’ o no”.

—Róger Calero, 12 de enero de 2008


Oponerse a la campaña de Washington y sus aliados de impedir que las naciones oprimidas por el imperialismo desarrollen fuentes energéticas que necesitan, incluida la energía nuclear, para ampliar la electrificación, sacar de la oscuridad a gran parte de la humanidad, y posibilitar el progreso económico, social y cultural.

Anular la deuda del Tercer Mundo. Quitar todos los aranceles norteamericanos y demás obstáculos al comercio y a los viajes, incluidas las reglas “antidumping”, “de trabajo justo” y “de protección ambiental”, las cuales implican consecuencias devastadoras para los pueblos del mundo semicolonial.

El gobierno debe garantizar los costos de producción para los pequeños agricultores, incluyendo créditos baratos. Alto a los juicios hipotecarios. Garantizarles a los agricultores el derecho de usufructo de las tierras que alquilan o de la que tienen título, sin que teman ser desalojados.

¡Defender el derecho de la mujer a optar por el aborto! Alto a todas las restricciones de acceso.

¡Independencia para Puerto Rico! Liberen a los encarcelados por sus acciones contra el dominio colonial estadounidense.

¡Normalizar las relaciones con Cuba! Levantar las restricciones de Washington contra los residentes estadounidenses que visitan la isla. ¡Liberen a los Cinco Cubanos!

Los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores están haciendo campaña por un gobierno de trabajadores y agricultores. Nos sumamos a luchas obreras en este país y por todo el mundo. Formamos parte de la construcción de un movimiento revolucionario que podrá seguir el camino tomado por el pueblo trabajador de Cuba hace casi cinco décadas: quitarle el poder a los gobernantes ricos y establecer un gobierno de trabajadores y agricultores que abolirá el capitalismo y se sumará a la lucha mundial por el socialismo.

Cuéntenos acerca de las actividades, los eventos y las luchas de sus sindicatos u otras organizaciones, ¡para que podamos unirnos a usted!

¡Acompáñenos para hacer campaña juntos!


“Yo he sido uno de los que han participado en uno de los cambios más importantes que jamás se pudieran realizar: revertir la estrategia de derrota en Iraq… Y ahora tenemos una nueva estrategia, y estamos ganando”.

—John McCain, 10 de enero de 2008

“Una vez que ya teníamos a nuestras tropas envueltas en una guerra [en Iraq] por dos años, era importante tratar de hacer el mejor trabajo posible”.

—Barack Obama, 13 de enero de 2008

“La ‘oleada de tropas’ en Iraq está dando resultados para los gobernantes norteamericanos, pero, el único camino que beneficia a los trabajadores y agricultores es el regreso de todas las tropas ya. No se debe gastar un solo centavo, ni desplegar un solo soldado, para las guerras imperialistas en Iraq y Afganistán”.

—Alyson Kennedy, 10 de enero de 2008


 
 
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