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Vol. 71/No. 45      3 de diciembre de 2007

 
(portada)
Venezuela: en foro debaten perspectivas
de revolución en EE.UU.
 
 
Militante/Maggie Trowe
Carolina Alvarez de la editora venezolana Monte Avila muestra la nueva edición de Cuba y la revolución norteamericana que viene, recién editada por Monte Avila. Derecha: cartel indica tema de la feria del libro. La Estatua de la Libertad tiene libro con Malcolm X en la portada.

POR OLYMPIA NEWTON  
CARACAS, Venezuela, 10 de noviembre—Los primeros dos días de la Tercera Feria Internacional del Libro de Venezuela se vieron marcados por la expansión de la alfabetización y el acceso popular a la cultura en este país, así como por el debate político suscitado por el tema de la feria: “Estados Unidos: una revolución posible”.

Una gran variedad de libros está a la venta, desde colecciones de poesía hasta libros sobre historia de las luchas contra el dominio colonial español en Sudamérica, libros de cocina y obras sobre el papel de la Revolución Cubana en el mundo actual. Las casi 800 presentaciones de libros y realizaciones artísticas ofrecen un lugar donde los trabajadores y otros pueden intercambiar sobre literatura, arte y política. Participan casi 200 casas editoriales, incluyendo 148 de Venezuela.

“El renacimiento de la cultura que se celebra aquí tiene un significado especial, dados todos los libros y librerías que fueron incendiados durante los años de dictadura en nuestros países”, dijo Alicia Castro, embajadora de Argentina en Venezuela, en la inauguración. Se refería a los regímenes militares brutales que gobernaron muchos país de Latinoamérica en las décadas de 1960 y 70. Este año Argentina es el país de honor de la feria.

La inauguración, que reflejó los programas del gobierno venezolano para preservar las lenguas y culturas de los pueblos indígenas, empezó con la presentación de un coro infantil que cantó el himno nacional en el idioma del pueblo anu. El ministro de cultura Francisco Sesto y el vicepresidente Jorge Rodríguez fueron los oradores principales. Rodríguez describió la ampliación de la edición y distribución de libros en Venezuela en los últimos años, y la campaña que ha alfabetizado a más de un millón de trabajadores y campesinos.  
 
‘EE.UU.: revolución posible’
Ramón Medero, presidente del Centro Nacional del Libro, dio la bienvenida a los muchos activistas de luchas por los cambios sociales que participan en la feria, especialmente a los de Estados Unidos. Presentó el tema de la feria, “Estados Unidos: una revolución posible”. Al explicar que la actividad central de la feria es un foro continuo de cinco días sobre ese tema, Medero destacó la importancia de que los participantes debatirán “no solamente si una revolución es posible en Norteamérica, sino que es posible”.

Los debates sobre esta cuestión han marcado todos los aspectos de la feria del libro desde los primeros días. Se proyecta que 20 autores y activistas políticos, la mayoría de Estados Unidos, van a exponer y participar en discusiones amplias con públicos diferentes cada día.

Entre los panelistas se encuentran Bernardo Alvarez, embajador de Venezuela en Estados Unidos; Amiri Baraka, escritor y poeta que ha participado desde los años 60 en círculos nacionalistas negros y maoístas; Charles Hardy, ex sacerdote Maryknoll que ha vivido muchos años en Venezuela; el independentista puertorriqueño Héctor Pesquera del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano; Luis Rodríguez, activista chicano y autor de Always Running (Siempre Corriendo); Jimmy Massey, ex marine y fundador de Veteranos de Iraq contra la Guerra; Richard Gott, autor y periodista inglés; August Nimtz, catedrático de ciencia política de la Universidad de Minnesota; Ward Churchill, ex catedrático de la Universidad de Colorado; y Lee Sustar, director del periódico Socialist Worker, que refleja las ideas de la Organización Internacional Socialista.

El foro comenzó el 10 de noviembre con la participación de 150 personas. Los panelistas de la sesión matutina fueron Mary-Alice Waters, miembro del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores y presidenta de la editorial Pathfinder, y Eva Golinger, abogada venezolana-americana y autora de El código Chávez y Bush versus Chávez.

Los panelistas vespertinos fueron el periodista estadounidense Chris Carlson, quien contribuye regularmente a la página web www.venezuelaanalysis.com, y Tufara Waller, coordinadora del programa cultural del Centro Highlander en Tennessee y directora del proyecto “We Shall Overcome” (Venceremos). Sus palabras y la discusión posterior iniciaron un debate sobre varios de los temas más disputados.

“Yo hablo a nombre de una pequeña minoría, aún entre los que se llaman personas de izquierda o revolucionarios, una minoría que afirma, sin vacilación o reservas: ‘Sí, una revolución sí es posible en Estados Unidos’. Una revolución socialista”, dijo Waters, la primera oradora. “No solo es posible la revolución en Estados Unidos, sino que la lucha revolucionaria del pueblo trabajador es inevitable, iniciada al principio no por las masas trabajadoras sino forzada por los ataques de las clases propietarias, impulsados por la crisis”.

Waters dijo que se dirigía a los que consideran una revolución socialista imposible en Estados Unidos, “un sueño utópico”. Esa conclusión, dijo, se basa en la premisa de que “las próximas décadas se van a parecer más o menos a lo que muchos de los que estamos aquí conocimos por casi medio siglo después del fin de la Segunda Guerra Mundial.

“Habría que convencerse de que la competencia entre los rivales imperialistas, así como con las potencias semicoloniales más avanzadas económicamente, está disminuyendo, y que las tasas de ganancias —que han estado en una tendencia de descenso desde principios de los años 70— ahora van a empezar a ascender durante varias décadas por una curva acelerada”, dijo. “Que ese cambio de dirección puede lograrse sin la destrucción masiva de capacidad productiva —humana y física— causada por décadas de guerra, incluyendo la matanza interimperialista de la Segunda Guerra Mundial, que fue necesaria para que los gobernantes capitalistas se salieran de la última gran depresión.
Militante/Ben O’Shaughnessy
Discusión el 10 de noviembre en foro “Estados Unidos: una revolución posible” en la Feria del Libro de Venezuela. Al micrófono: Tufara Waller, coordinadora del programa cultural del Centro Highlander en Tennessee. Los panelistas sentados: Eva Golinger, autora de El código Chávez; moderador Luis Bilbao, periodista argentino; y Mary-Alice Waters, miembro del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores y presidenta de editorial Pathfinder.
 
 
Vanguardia de la clase obrera
La crisis económica del capitalismo impulsa la ofensiva patronal contra la clase trabajadora en Estados Unidos, dijo Waters, y estos ataques están produciendo resistencia. Mencionó las manifestaciones masivas del 1 de Mayo de los últimos dos años, que reivindicaban la legalización de los inmigrantes indocumentados, como muestra del inicio del desarrollo de una vanguardia de la clase trabajadora.

Dijo que la movilización de decenas de miles contra la injusticia racial de la policía y de los tribunales en Jena, Louisiana, en septiembre fue “la primera acción nacional de ese tamaño y carácter en muchas décadas” y que “indudablemente se alimentó de la fuerza de las recientes movilizaciones del 1 de Mayo”.

A medida que nuevas generaciones de luchadores de vanguardia buscarán las anteriores experiencias históricas de las cuales puedan aprender no solo a luchar sino a luchar para vencer.

En este contexto, dijo Waters, “las lecciones de la Revolución Rusa y de la Internacional Comunista bajo Lenin serán buscadas nuevamente”, como también lo será la verdadera historia de la Revolución Cubana, “a medida que nuevas generaciones de luchadores de vanguardia buscarán las anteriores experiencias históricas de las cuales puedan aprender no solo a luchar, sino a luchar para vencer”.

¿Cómo ha logrado el pueblo cubano mantener a raya al imperio más poderoso que la historia ha conocido —o que jamás conocerá— durante casi 50 años? ¿Por qué Cuba sigue siendo hasta la fecha el único territorio libre de América?

Cómo ha logrado el pueblo cubano”, dijo, “mantener a raya al imperio más poderoso que la historia ha conocido —o que jamás conocerá— durante casi 50 años? ¿Por qué Cuba sigue siendo hasta la fecha el único territorio libre de América?”

En su presentación Golinger dijo, “Tengo que discrepar con que Cuba es el único territorio libre de América. Porque aquí en Venezuela también somos libres, o nos estamos liberando”. Dijo que las enmiendas constitucionales apoyadas por el gobierno serán aprobadas en el referéndum del 2 de diciembre, a pesar de la campaña de la oposición pro-imperialista, y señaló que es un ejemplo de cómo “nos estamos liberando con el enemigo viviendo en la misma casa”.

Golinger dijo también que “no comparto el mismo optimismo de que una revolución sí es posible en Estados Unidos”. Golinger, quien ha residido en Venezuela desde 1999, dijo que en sus preparativos para la feria del libro había conversado “con Noam Chomsky de cómo el proceso de cambios tendrá que ser muy lento en una sociedad tan capitalista y consumista”.

La población en Estados Unidos se vuelve insensible a las condiciones de sufrimiento, dijo Golinger, porque “es muy fácil cambiar de canal. La gente no es pobre y hambrienta en Estados Unidos, como lo era en Venezuela. Te llegan dos o tres tarjetas de crédito en el correo cada día. Sí hay pobreza, pero solo en unos pocos sectores pequeños”.

En cuanto al movimiento por la legalización de los inmigrantes, dijo Golinger, “Aunque están reclamando el derecho de ser reconocidos, sin embargo es para vivir dentro de un sistema capitalista y consumista”.

“La única forma de lograr cambios estructurales en Estados Unidos es de lograrlos aquí”, en Venezuela, dijo. “Luego vamos para allá y podemos decir, ‘Mira a la Revolución Bolivariana, lo que hemos logrado. Ustedes pueden hacer lo mismo’ ”.

Después de las dos presentaciones hubo una discusión muy animada. Los temas presentados el primer día también han sido debatidos acaloradamente en otras actividades de la feria del libro. Las palabras de Golinger reflejan opiniones muy difundidas aquí de que hay pocas esperanzas de un cambio revolucionario en Estados Unidos.

La mayoría de los que tomaron la palabra en la primera vuelta de la discusión expresaron dudas de dicha posibilidad. Varios oradores venezolanos dijeron de diversas formas que el nivel de vida de Estados Unidos es demasiado elevado para que haya resistencia, o que los medios de difusión capitalistas le han lavado el cerebro a la gente.

Algunos conferencistas de Estados Unidos ofrecieron un criterio diferente. “No me considero idiotizado”, dijo Diógenes Abreu, un activista dominicano que vive en Nueva York. “Ni considero idiotizados a los millones que viven en Estados Unidos y se oponen a su política”.

“Pero tampoco comparto el mismo optimismo de Mary-Alice”, dijo Abreu. “Si como dijo ella, menos del 7.5 por ciento de los trabajadores están organizados y la clase trabajadora tiene que estar en la dirección de una revolución, ¿como puede decir que es posible más temprano que tarde?”

“La gente con la que trabajo nunca ha leído a Noam Chomsky”, dijo Tufara Waller del Centro Highlander. “Es gente que pasa hambre, que comprende que tiene que luchar para vivir”. Mucha gente en Estados Unidos no tiene tarjetas de crédito, añadió Waller. Señaló a los trabajadores en Nueva Orleans que aún enfrentan el desastre social que surgió tras el Huracán Katrina, y a los cultivadores de tabaco en Carolina del Norte que están luchando para no perder sus tierras.  
 
Sistema bipartidista
La discusión continuó en la tarde, iniciada por Waller y Chris Carlson. Oriundo de Colorado, Carlson ha vivido en Venezuela los últimos tres años.

“Muchos Venezolanos, incluso el presidente Chávez, dicen que Bush es el problema”, dijo. “Pero Bush no es el problema. Es simplemente producto de un sistema dominado por las grandes corporaciones”. Carlson hizo una presentación con PowerPoint que documentó que tanto el partido Demócrata como el Republicano en Estados Unidos están financiados por las mismas grandes empresas.

Los contendientes a las nominaciones para la nominación presidencial de 2008 por los partidos Demócrata y Republicano, dijo Carlson, presentan básicamente las mismas perspectivas: continuar la guerra en Iraq, mantener el embargo económico contra Cuba y hostilidad hacia Venezuela. Los candidatos ahora están debatiendo el sistema médico, dijo, pero ninguno propone otra cosa que no sea mantener el sistema de salud como institución de lucro a expensas del bienestar de millones de personas.

Waller describió la historia del Centro Highlander y su proyecto actual dedicado a luchar contra la degradación del medio ambiente, las intolerables condiciones de trabajo y el racismo.

“Si ambos partidos están tan dominados por los monopolios, ¿por qué el pueblo no se subleva en contra de ellos? le preguntó una venezolana a Carlson. Aludiendo a la idea muy difundida entre los círculos de izquierda en Estados Unidos de que las elecciones de 2000 fueron robadas por los partidarios de Bush en Florida, Carlson dijo que la mayoría de la gente en Estados Unidos no lo ve así y “la mayoría aún lo considera un gobierno legítimo”.

Un joven venezolano que recientemente había regresado de vivir en Estados Unidos tomó la palabra durante la discusión. Describió la escuela a la que asistió en un barrio obrero de Alabama. “El sistema educativo no tiene nada que ver con enseñar”, dijo. Los jóvenes con los que fue a la escuela quieren cambiar la sociedad pero no saben por dónde empezar.

“Este foro solo es el comienzo de muchos días de discusión sobre estos temas”, dijo el moderador Luis Bilbao, periodista argentino, al finalizar el programa. El foro proseguirá hasta el 13 de noviembre. La feria del libro concluye el 18 de noviembre.
 
 
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