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Vol. 71/No. 41      5 de Noviembre de 2007

 
Manifestantes en Florida:
cárcel a guardias asesinos
Guardias absueltos por muerte de joven negro
(portada, articulo principal)
 
POR ELLEN BRICKLEY
Y DEBORAH LIATOS
 
TALLAHASSEE, Florida, 24 de octubre—Unas mil personas marcharon a la corte federal aquí para protestar contra la absolución de siete guardias de un campo de detención juvenil estilo militar y una enfermera implicados en la muerte de Martin Lee Anderson, un joven negro de 14 años.

Los manifestantes llegaron de todas partes de Florida. Variaban entre jóvenes universitarios que asistían a su primera manifestación hasta veteranos del movimiento de derechos civiles.

El grupo pro derechos civiles NAACP, que organizó la protesta, exigió que el Departamento de Justicia investigara el caso por posibles violaciones de derechos civiles.

El 12 de octubre, en una corte en Panama City, Florida, los ocho fueron declarados “no culpables” de homicidio impremeditado con agravantes. Los jurados, todos blancos, anunciaron su veredicto después de solo 90 minutos de deliberaciones.

El día que los guardias fueron exonerados, se dieron protestas frente al tribunal de Panama City.

En la marcha del 23 de octubre, Vanessa Baden, estudiante en la Universidad Estatal de Florida y dirigente de la Coalición Estudiantil por la Justicia, informó que en Tallahassee, “el día del veredicto, 300 estudiantes abandonamos las aulas y bloqueamos el cruce frente al Capitolio”. Muchos de los manifestantes eran estudiantes negros de diversas universidades.

Martin Lee Anderson murió el 6 de enero del 2006, al día siguiente de haber sido encerrado en el campo de detención Bay County. El estado de Florida mantenía cinco de estos campos estilo militar para niños y adolescentes. Después de la muerte de Anderson, las autoridades cerraron los campos.

A Anderson lo habían enviado al campo por violar sus condiciones de libertad vigilada, después de supuestamente cometer una entrada ilegal a una escuela y por robar el auto de su abuela.  
 
Grabación muestra golpiza
Durante el “proceso de iniciación”, el joven se desplomó, quejándose de dificultades al respirar tras correr por una pista. Después, según se pudo ver en un video de 30 minutos, los guardias golpearon, patearon y arrastraron al joven desplomado mientras la enfermera los observaba. Le pusieron cápsulas de amoniaco bajo la nariz mientras le cerraron la boca a la fuerza.

Charles Helms, supervisor del campamento, afirmó en la corte que los guardias habrían detenido su golpiza si Anderson hubiese continuado sus ejercicios como le habían ordenado. El video muestra cómo los guardias intentaron levantarlo del suelo por los brazos. Anderson tomó un pequeño paso y se cayó de rodillas. Murió al día siguiente.

Se realizaron dos autopsias. La primera, por el jefe médico forense del Condado Bay, determinó que el joven había muerto de un padecimiento sanguíneo genético, conocido como célula falciforme, que por lo general no es maligno. Los expertos sobre esta enfermedad afirmaron que dicho diagnóstico era dudoso. La segunda autopsia, solicitada por la familia, atribuyó su muerte a la asfixia.

La familia de Anderson recibió $4.8 millones del estado de Florida como indemnización por su muerte.

“Es muy injusto cuando golpean a un muchacho blanco y matan a un muchacho negro”, dijo Brigét Horne, estudiante de 19 años de la universidad Florida Agricultural and Mechanical, quien marchó en la protesta del 23 de octubre aquí junto con muchos otros estudiantes.

Horne se refería a la diferencia entre cómo trataron a seis jóvenes negros en Jena, Louisiana, quienes enfrentaron cargos severos por la golpiza de un joven blanco, y la absolución de los guardias que mataron a Martin Lee Anderson.  
 
 
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