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Vol. 71/No. 17      30 de abril de 2007

 
Gobernantes ‘humillados’
por la captura de sus 15 soldados
Londres, Washington intentan presionar a Irán
(portada)
 
POR JONATHAN SILBERMAN  
LONDRES—La mayoría de los medios de comunicación británicos describen como un “fracaso militar” y una “humillación” para Londres el resultado de la crisis en la cual 15 marinos británicos fueron capturados por la marina de guerra iraní en marzo y luego puestos en libertad por Teherán.

A la misma vez, políticos capitalistas y jefes de las fuerzas armadas aquí están respondiendo con preparaciones para renovar la agresión imperialista contra Irán.

La Real Marina está realizando una amplia evaluación de sus recursos, reglas de combate y procedimientos de operación en el Golfo.

Poco después que los 15 fueron liberados, el primer ministro Anthony Blair atacó públicamente a Teherán por supuestamente “apoyar, financiar y dar armas al terrorismo en Iraq”.

El gobierno anunció que podría usar su futura presidencia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para poner en su agenda la captura de los 15 y el programa nuclear iraní.

La Casa Blanca dijo estar “muy preocupada” por el anuncio del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad el 9 de abril de que Teherán ya puede enriquecer uranio a “nivel industrial”.

Mientras tanto, Washington mantiene varios ciudadanos iraníes detenidos, incluso cinco oficiales de seguridad iraní que capturaron durante una redada el 11 de enero en el Kurdistan iraqí. También, el senado estadounidense está por nombrar a Zalmay Khalilzad, ex embajador de Estados Unidos en Iraq y Afganistán quien ha hecho declaraciones a favor de más acciones agresivas contra Irán, como su representante ante la ONU.

Desde el Times de Londres al semanal Economist, los editoriales de prensa aquí se han referido a la captura de las tropas británicas como una derrota para Londres.

El Daily Telegraph atacó la “incompetencia” de la Real Marina por no dar suficiente cobertura a la operación, y por las disculpas hechas por los marinos detenidos en la televisión iraní. “La antigua práctica militar de dar nombre, rango y número, y no más, obviamente ha sido abandonada”, dijo el periódico. “Parece que la Real Marina tiene mucho que explicar”.

Fue unánime la burla con que fue recibida la decisión, que después fue cambiada, del vice admiral Adrian Johns, respaldada por el secretario de defensa, Des Browne, de permitir que los soldados vendieran sus historias a la prensa.

Cuando uno de los marinos, Arthur Batchelor, escribió que él había “llorado como un bebé” en su celda, el Times dijo que su comentario no ofrece “a un ejército o una unidad terrorista ninguna razón para temer un encuentro con las fuerzas británicas en combate”.

El ex secretario de defensa Michael Portillo le pidió a Browne que “considere su posición”, y el sitio web de Downing Street publicó una petición pidiendo su renuncia.

"No se les debió [a Teherán] permitir capturar a nuestro personal”, dijo el portavoz de defensa del partido Conservador, Liam Fox, añadiendo que los Tories harán que el estado de las fuerzas armadas sea un asunto electoral.

Mientras tanto el gobierno está mejorando su equipo naval para guerras expedicionarias.  
 
 
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