Vol. 71/No. 15      16 de abril de 2007

Gerardo Hernández, René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González han estado encerrados en prisiones federales estadounidenses por más de ocho años. Durante este tiempo, los han mantenido en confinamiento solitario en dos ocasiones, les han retenido su correo y literature, y su derecho a visitas regulares y al contacto telefónico normal con otras personas. A dos de los cinco se les ha impedido ver a sus seres queridos, ya que Washington en repetidas ocasiones ha negado visas de entrada a Estados Unidos a sus esposas e hijos.

Los miembros de la Juventud Socialista se encuentran entre quienes en Estados Unidos están haciendo campaña para que se mejoren las condiciones de los Cinco y a favor de su excarcelación. A través de reuniones en universidades y divulgando la verdad del caso en otras actividades políticas, los miembros de la Juventud Socialista y otros más han demostrado el potencial que existe para llegar a un mayor público con la campaña de defensa. Trabajadores, jóvenes y otros que están familiarizados con la brutalidad de la “justicia” capitalista pueden ser captados a apoyar las demandas para mejorar las condiciones de los cinco en prisión —como la de presionar a Washington para que permita las visitas de sus familiares— y ganar su libertad.

Los Cinco de Cuba son producto de la Revolución Cubana. Su verdadero crimen es defender esa revolución socialista y la soberanía de su país. Su abnegación se deriva de lo que conquistó el pueblo trabajador cubano: el derrocamiento del capitalismo y, con él, el de su moralidad de competir entre lobos. Ser revolucionarios consecuentes —desde cumplir misiones internacionalistas en Africa antes de ser encarcelados, hasta los esfuerzos más recientes desde detrás de las rejas para extender solidaridad a los trabajadores en lucha en Estados Unidos— es la norma, no la excepción, en una sociedad donde el pueblo trabajador tiene el poder político y ha emprendido la construcción de un mundo basado en la solidaridad humana.

Explicando quienes son los Cinco y por qué Washington los ha atacado con tanta ira, puede llevar a entender cómo el pueblo trabajador de Cuba transformó la sociedad. A través de la campaña por su excarcelación, muchos partidarios del caso se verán atraídos a aprender la verdad sobre la Revolución Cubana y a incorporarse al trabajo en su defensa. Y entre ellos, muchos pueden ser captados a unirse a un movimiento revolucionario en Estados Unidos y en otros países que procura emular el ejemplo dado por los trabajadores y campesinos de Cuba en 1959.

La campaña para ganar la libertad de los Cinco de Cuba no termina con la conferencia internacional juvenil a celebrarse del 29 al 30 de abril en La Habana. Ese evento permitirá que jóvenes de todo el mundo involucrados en este esfuerzo se reúnan, intercambien experiencias y se preparen para la próxima etapa de la lucha. Las muestras de videos, reuniones caseras, eventos en universidades y en otros lugares y una amplia difusión de literatura sobre el caso necesitan continuarse más allá de la culminación de la campaña internacional juvenil al fin de mes.

Ampliemos los esfuerzos para exigir: ¡Libertad para los Cinco de Cuba!  
 
 
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