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Vol. 71/No. 8      26 de febrero de 2007

 
Se inicia masivo festival
del libro en La Habana
Evento es marcado por discusión sobre la
política cultural de la Revolución Cubana
(portada)
 
POR JONATHAN SILBERMAN
Y MARTÍN KOPPEL
 
La Habana, Cuba—Estudiantes, trabajadores, profesionales y familias enteras llenaron los terrenos de la fortaleza colonial de San Carlos de La Cabaña el primer día de la XVI Feria Internacional del Libro de La Habana. El masivo festival popular es una expresión de la amplia pasión por la lectura entre los cubanos y la prioridad dada por la dirección revolucionaria cubana a expandir el acceso a la educación y la cultura.

La feria fue inaugurada la noche anterior con un evento al que asistió Raúl Castro, presidente interino de Cuba. El ministro de cultura Abel Prieto se dirigió a la concurrencia, entre quienes se encontraban muchos otros ministros de gobierno y destacados escritores y artistas cubanos. El evento fue transmitido por televisión y cubierto ampliamente por la prensa.

Argentina, el país invitado de honor de este año, estuvo representada por su secretario de cultura, José Nun. Este año la feria también está dedicada a dos escritores cubanos, el poeta César López y el historiador Eduardo Torres Cuevas.

En su discurso en el evento inaugural, López dijo que la feria del libro en La Habana "no se trata de la explotación de muchos para provecho de unos pocos, sino de la dignidad plena del hombre", un producto de la revolución socialista de Cuba.

Enfatizó que la cultura cubana abarca la labor de todos los escritores y artistas. "El libro señorea, sin exclusiones de ningún tipo", dijo. Explicó que el festival literario debe superar "cualquier limitación que en el transcurso de los años pueda haber mostrado, soportado y sufrido nuestra cultura".

López mencionó los nombres de docenas de escritores cubanos que se han destacado en la historia del país. La lista no solo incluyó a figuras literarias tales como Alejo Carpentier y Nicolás Guillén, sino también renombrados autores cubanos que en las décadas pasadas se fueron de la isla por su oposición política a la revolución y no han tenido publicación aquí. Entre estos mencionó a Guillermo Cabrera Infante, Heberto Padilla, Reynaldo Arenas y Jesús Díaz.

Las palabras de López estaban llenas de significado para aquellos en la audiencia dado los debates sobre la política cultural de la Revolución Cubana que se han venido desarrollando aquí desde el principio del año.

La controversia fue precipitada por una entrevista con Luis Pavón televisada el 5 de enero. Como director del Consejo Nacional de Cultura del gobierno en la primera mitad de la década de los 70, Pavón implementó políticas contra muchos escritores, artistas y otros a quienes no calificaban como políticamente confiables que previnieron que sus obras fueran publicadas o que tuvieran los materiales y las condiciones necesarias para trabajar. Tales políticas, institucionalizadas en la Unión Soviética alrededor de los años 30 y más tarde por otros regimenes estalinistas, se incursionaron en Cuba durante los años 70. Eran contrarias a las políticas avanzadas desde el principio por la dirección revolucionaria de Cuba de garantizar la libertad plena de expresión artística a todos menos a los enemigos abiertos de la revolución.

La presentación favorable de Pavón en el programa de televisión provocó ira entre muchos artistas y escritores. Después de varias reuniones entre algunos de ellos y funcionarios del gobierno, la dirección de la Unión Nacional de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC) emitió una declaración publicada en la edición del 18 de enero del diario Granma, que "comparte la justa indignación" de sus miembros hacia el programa de televisión y enfatiza el hecho de "contar desde el primer momento con el más absoluto respaldo de la dirección del Partido [Comunista de Cuba]. La declaración reafirmó que la política de libertad cultural de la revolución es “irreversible”.

Como parte de la discusión que se está desarrollando, la UNEAC organizó una conferencia el 30 de enero, a la que asistieron unas 450 personas, incluso el ministro de cultura Abel Prieto, en Casa de las Américas, una importante institución cultural en La Habana. En esta habló el escritor Ambrosio Fornet, quien llamó a una discusión pública y a la educación sobre el pavonato de 1971-76, un periodo al que frecuentemente se refieren en Cuba como el Quinquenio Gris. Fornet subrayó la importancia de esto especialmente para las nuevas generaciones, quienes conocen muy poco sobre esa historia.

En la inauguración de la feria del libro el 8 de febrero, Prieto aplaudió el tema de López de incluir a todos los escritores cubanos sin importar sus puntos de vista políticos, calificando a su lista como "enormemente ecuménica". Sus comentarios fueron ampliamente vistos como una reafirmación por parte de la dirección cubana de que no habrá un regreso a la censura y el ostracismo de los años 70 en el campo de la cultura.

Prieto enfatizó la creciente amplitud de la feria del libro, la cual este año viajará a 39 ciudades, culminado el 11 de marzo en Santiago de Cuba. Desde que se convirtió en un evento nacional hace siete años, la concurrencia a la feria ha crecido en cuanto al número de asistentes de 150 mil en La Habana en el 2 000 a más de 5 millones a nivel nacional en 2006.

Prieto anunció que más de mil títulos con un tiraje combinado de 8.5 millones estarán disponibles en la feria, comparados con un total de 5.5 millones el año pasado.

Además de las casas editoriales cubanas, también hay exhibiciones de 82 casas editoriales de otros países. Entre ellas Pathfinder, que este año está presentando La Primera y Segunda Declaración de La Habana, en inglés y en español.
 
 
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