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   Vol. 70/No. 46           4 de diciembre de 2006  
 
 
Congreso de EE.UU. bloquea
normalizar comercio con Vietnam
(portada)
 
POR CINDY JAQUITH  
En la víspera del viaje del presidente norteamericano George Bush a Hanoi para participar en la cumbre de la Cooperación Económica Pacífico-Asiática (APEC) el 18 y 19 de noviembre, fue derrotada en el Congreso norteamericano una propuesta de ley para normalizar las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Vietnam.

La ley habría otorgado a Vietnam la misma condición de Relaciones Comerciales Normales Permanentes (RCNP) que Estados Unidos tiene con la mayoría de los países del mundo. Actualmente, bajo la enmienda Jackson-Vanik, se le otorga este status a Vietnam de manera condicional, sujeta a una revisión anual por el gobierno norteamericano de ciertas prácticas políticas y económicas.

El voto sobre la ley de comercio con Vietnam fue de 228 a favor y 161 en contra, menos de los dos tercios necesarios para ser aprobada por vía rápida. La Casa Blanca argumentó que al cederle derechos comerciales normales a Vietnam, obligaría a este nación a abrirse más a la inversión y a las importaciones capitalistas. Los opositores, dirigidos por el Partido Demócrata, respondieron con una línea proteccionista, apoyada por la cúpula de la AFL-CIO, de que la ley amenazaría los “trabajos americanos”, como los de la industria textil y de la costura.

Washington impuso un embargo comercial contra Vietnam en 1975 después que los trabajadores y campesinos de ese país derrotaron a las fuerzas invasoras norteamericanas. Una revolución en Vietnam había derrocado las relaciones de propiedad capitalistas en el norte a fines de los años 50, tras derrotar a la ocupación imperialista francesa, y extendió el estado obrero a hacia el sur a fines de los 70.

No fue sino hasta 1994 que Washington levantó su embargo comercial contra Vietnam, y estableció relaciones diplomáticas el año siguiente, pero se mantuvieron ciertas restricciones comerciales. En 2001 los dos gobiernos firmaron un acuerdo que le otorgó a Vietnam el status de Relaciones Comerciales Normales condicionales y redujo los aranceles comerciales a la ropa fabricada en Vietnam.

Sin embargo, Washington ha mantenido restricciones proteccionistas contra algunos productos vietnamitas como el camarón y el bagre. En la actualidad Vietnam exporta más a Estados Unidos que a cualquier otro país: 6 mil millones de dólares en 2005. Importa anualmente unos mil millones de dólares en productos norteamericanos.

Los sectores de la clase gobernante norteamericana que están a favor de la ley estaban ansiosos de aprovechar las posibilidades de inversiones en lo que describen como una de las economías con crecimiento más rápido en el mundo. Se proyecta que este año, el producto interno bruto de Vietnam crecerá más del 8 por ciento, una tasa de crecimiento más rápida que la de cualquier otro país asiático excepto China, según el International Herald Tribune. Vietnam, admitido recientemente a la Organización Mundial del Comercio (WTO), es actualmente el segundo mayor exportador de arroz en el mundo. Sus principales artículos de exportación son el aceite y el carbón, seguidos por las prendas de vestir.

Al mismo tiempo, los trabajadores y campesinos vietnamitas permanecen en condiciones de pobreza. El ingreso medio es de menos de 1.80 dólares diarios.

En la cumbre en Hanoi, Washington presionó a los miembros de la APEC para que eliminaran las barreras proteccionistas para los productos norteamericanos. Los 21 miembros de la APEC incluyen a países imperialistas como Australia, Nueva Zelanda, Japón, Canadá y Estados Unidos; a 12 países semicoloniales de Asia, el Pacífico y la costa del Pacífico de América Latina; y a tres estados obreros China, Vietnam y Rusia. Hong Kong, ex colonia británica retornada a China en 1997, también es miembro.

Los miembros de APEC aprobaron la “Declaración de Hanoi”, que incluye una sección que insta a reanudar las discusiones en la WTO conocidas como la Ronda de Doha cuyo objetivo es reducir las barreras comerciales. Esas discusiones fueron interrumpidas en julio debido a diferencias entre gobiernos imperialistas que se oponen a reducir subsidios a los agricultores capitalistas —medida que les permite llevar a cabo el dumping de alimentos en países semicoloniales a precios por debajo del costo de los agricultores locales— y países semicoloniales que se resisten a reducir tarifas de importación.  
 
 
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