The Militant (logo)  
   Vol. 70/No. 43           13 de noviembre de 2006  
 
 
Clínicas con medicos cubanos ganan
popularidad por toda Venezuela
(portada)
 
POR ARGIRIS MALAPANIS
Y RÓGER CALERO
 
VALENCIA, Venezuela—“Barrio Adentro es lo mejor que hay en este país", dijo Wilson Salazar, un obrero de la construcción en esta ciudad. Se refería a un programa auspiciado por el gobierno que ha traído a más de 20 mil médicos cubanos voluntarios a este país para prestar cuidado médico gratuito de alta calidad en los barrios obreros y zonas rurales donde los residentes antes no habían tenido acceso a servicios médicos.

Cuando fue entrevistado por el Militante el 6 de octubre, Salazar trabajaba como parte de una cuadrilla que estaba dando los últimos toques al Centro de Diagnóstico Integral (CDI) La Bergoña, una clínica en el sector de Maguanagua, en Valencia, la tercera ciudad más poblada del país y uno de los principales centros industriales. La construcción de La Bergoña, hecha con el financiamiento del gobierno como todas las clínicas comunitarias en las que practican principalmente médicos cubanos, está programada a ser completada antes de fin de año, dijo Uvaldo Rivera, el capataz de la cuadrilla de construcción.

"Ya estamos en la segunda fase de Barrio Adentro", dijo Nelly Gaerste, una médica venezolana que está participando en el programa. Un número pequeño de médicos venezolanos, que ha aumentado lentamente, unos 2 mil por todo el país según Gaerste, trabajan junto a los médicos cubanos en estas clínicas comunitarias.

El programa fue iniciado en 2003 en la municipalidad del Libertador en Caracas. El ministerio de salud inicialmente pidió voluntarios entre los médicos venezolanos que estuvieran dispuestos a irse a vivir a barrios obreros urbanos o al campo y a ofrecer sus servicios gratuitamente, con un salario de unos 600 dólares al mes pagado por el gobierno. Al principio muy pocos acudieron al llamado.

Bajo un acuerdo con el gobierno cubano, un gran número de médicos voluntarios cubanos, quienes en su mayoría han realizado misiones internacionalistas en otros países, comenzaron a llegar al país en marzo de 2003. Los médicos cubanos reciben un estipendio de 250 dólares al mes para cubrir sus costos de vida. Muchos viven en casas de trabajadores, en las áreas en donde prestan sus servicios, atendiendo consultorios de medicina básica en centros comunitarios y en casas particulares. Desde 2004, el gobierno también ha construido 2 mil módulos, pequeñas clínicas comunitarias ambulatorias con un consultorio ubicado en el primer piso y dos cuartos en el segundo piso donde puede descansar el personal médico. Estos médicos atienden pacientes en las clínicas por la mañana y por la tarde visitan pacientes en sus casas, de edificio en edificio, conociendo a sus familias, sus expedientes médicos y condiciones de vida, y practicando medicina preventiva.

A diferencia de muchos médicos venezolanos, "nos tratan como seres humanos", dijo Jesús Arena, un guardia de seguridad donde se está construyendo La Borgoña. Este tipo de comentario sobre los médicos cubanos se ha vuelto común a medida que ellos han llegado a cada rincón del país y se ha conocido más su reputación, eliminando muchos de los prejuicios anti-comunistas que predominaban hace cuatro años. (Para más detalles vea “Venezuela: Médicos cubanos prestan servicios gratuitos en barrios obreros y rurales” en el número 11 del 2003 de Perspectiva Mundial y “Venezuela: amplían clínicas con médicos voluntarios cubanos” en el número del 18 de julio de 2005 del Militante).

El número de estas clínicas de servicios básicos por toda Venezuela llegó a 15 mil el año pasado, dijo Joel Pantoja, de 27 años de edad, y uno de los primeros médicos venezolanos que se integró al programa Barrio Adentro. "La cantidad de estos ambulatorios ha bajado a unos 9 mil", agregó Pantoja. La razón, dijo, es que más médicos cubanos están siendo transferidos a las clínicas más grandes, llamadas Centros de Diagnóstico Integral (CDI), y todavía no hay suficientes médicos venezolanos para cubrir la falta.

Con Barrio Adentro II, que se inició a principios de 2005, se están construyendo clínicas populares más grandes que están abiertas las 24 horas al día. Los CDI ofrecen cuidado de emergencia de alta calidad, incluso cirugía menor, gratuitamente. La presencia de equipo moderno, en buenas instalaciones con aire acondicionado, permiten proveer diagnóstico y cuidado avanzados. También cuentan con servicio de ambulancias. El gobierno también está construyendo Centros de Rehabilitación Integral y laboratorios con tecnología avanzada.

La tercera fase de Barrio Adentro, la cual fue iniciada este año, incluye la reparación y el re-equipamiento de los 299 hospitales públicos del país y la construcción de nuevos hospitales que ofrecerán cuidado como el ofrecido en las clínicas operadas por los médicos cubanos.

El presidente de Venezuela Hugo Chávez dijo en la inauguración de un nuevo hospital el 5 de octubre en Barcelona, estado de Anzoátegui, que el gobierno ha construido 216 CDI y 6 laboratorios con alta tecnología por todo el país en el último año y medio.

El ritmo de la construcción de estas clínicas ha sido mucho más lento que lo anticipado. El gobierno había proyectado construir 1 200 CDI y centros de rehabilitación para finales de 2005.

"Hay oposición a Barrio Adentro entre la cúpula médica porque para la mayoría de los médicos venezolanos practicar medicina es un negocio lucrativo", dijo Gaerste.

En junio de 2003, la Federación Médica de Venezuela (FMV) inicio una demanda pidiendo que las cortes judiciales prohibieran a los médicos cubanos practicar medicina en el país. Después de acordar con la demanda, la decisión fue revertida por una corte superior. En julio de 2005 varios centenares de miembros de la FMV protestaron en el centro de Caracas reclamando que los médicos voluntarios cubanos les estaban quitando los empleos a los médicos venezolanos. Al principio del programa también hubo unos cuantos incidentes de ataques físicos contra médicos cubanos. Pero estos se han apaciguado. Como lo explicó Jesús Arena expresando un sentimiento popular, "Iremos tras ellos si tocan a los médicos cubanos, porque los médicos cubanos salvan nuestras vidas. Nosotros velamos por su seguridad".

Mabel Martínez es una médica cubana trabajando en el CDI Florida en Valencia. Ella le dijo al Militante el 6 de octubre que hace dos meses, después de haber atendido a un hombre que había sido golpeado en un ojo con una roca, ella lo refirió al hospital cercano con sus rayos X mostrando que tenía una fractura y que necesitaba una cirugía. "El médico venezolano de guardia tiró los rayos X a la basura y envió al hombre a su casa cuando vio que había sido referido por un médico cubano", dijo Martínez. "El hombre casi pierde el ojo".

Martínez agregó que tales incidentes se han vuelto menos frecuentes. El mes pasado, dijo, varios médicos venezolanos de un hospital público aledaño pidieron tener una reunión con los médicos cubanos en la clínica La Florida para discutir como colaborar mejor.

Con la excepción de los médicos, las enfermeras, trabajadores de limpieza y otro personal en estas clínicas, son venezolanos. Gaerste, uno de los pocos médicos venezolanos que trabaja en el CDI Canaima, nos presentó a tres de los trabajadores de limpieza en el centro, María Hisea, Paula Piñedo y Carmen Salazar, quienes dijeron que la actitud desprendida de los médicos cubanos de solidaridad humana y de dar prioridad a los intereses de los pacientes también existe entre el personal venezolano. "No solo limpiamos los pisos", dijo Salazar. "Cuando hay una emergencia y alguien viene sangrando en altas horas de la noche nosotros ayudamos al personal de la ambulancia a traerlos a la clínica. Nos gusta nuestro trabajo. Barrio Adentro es como debería ser toda la sociedad".
 
 
Artículos relacionados:
Generales cubano-chinos: 'La revolución fue la principal medida contra la discriminación'  
 
 
Front page (for this issue) | Página inicial | Página inicial en versión de texto