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   Vol. 70/No. 32           28 de agosto de 2006  
 
 
Jornaleros colaboran con la AFL-CIO
(portada)
 
POR RÓGER CALERO  
La federación obrera AFL-CIO y la Red Nacional de Jornaleros (NDLON) anunciaron el 9 de agosto un nuevo acuerdo entre ambas organizaciones. Su propósito es conseguir mejoras en los salarios y en las condiciones de trabajo de los jornaleros, en su mayoría inmigrantes indocumentados, que a diario buscan trabajo en ciudades y pueblos de Estados Unidos.

La Red Nacional de Jornaleros es una organización que agrupa a unos 40 centros de trabajadores en todo el país. Estos centros asisten a los jornaleros, que a diario buscan todo tipo de trabajos —desde jardinería, hasta limpieza y reparaciones de casas— a organizarse para poder enfrentar la superexplotación y los abusos de los patrones y para luchar por salarios decorosos.

Un día después que fuera anunciado el acuerdo con la AFL-CIO, el sindicato de la construcción y carpinteros LIU (Laborers) dijo que el próximo año empezará a reclutar jornaleros al sindicato con plenos derechos en trabajos de construcción, informó la agencia Prensa Asociada. Este sindicato, el cual se separó de la AFL-CIO para unirse a la central sindical Cambio para Ganar (Change to Win), representa a unos 700 mil obreros de la construcción a nivel nacional.

Impulsados por los continuos abusos de los patrones, incluso ser estafados al no recibir la paga, ser forzados a trabajar sin descansos y hasta ser abandonados en los lugares de trabajo, miles de jornaleros se han organizado a través de centros de contratación. Utilizan estos centros para entrevistar a los patrones, asignar los trabajos y negociar salarios, reduciendo la competencia individual y estableciendo un salario mínimo. Algunos centros de jornaleros se han organizado para hacer prevalecer un salario mínimo de 10 a 12 dólares por hora.

El Chicago Sun-Times del 16 de julio publicó un artículo que muestra cómo los trabajadores inmigrantes en muchos casos usan esta colaboración prácticamente como un sindicato.

“El chofer de un Honda color negro pensó que podía conseguir rápidamente algunos muchachos para cargar muebles y cajas en un camión, hasta que se dio cuenta que los hombres pedían 15 dólares por hora”, comenzó el artículo, escrito desde Agoura Hills, California. “¿Qué? Ustedes ni siquiera tienen papeles”, les dijo el chofer al grupo de jornaleros latinos agrupados alrededor de su carro. Pero se mantuvieron firmes.

“‘Hacemos trabajos duros que otra gente no quiere hacer’, dijo Luis Cap, un guatemalteco, al hombre detrás del volante. ‘Si quieres ahorrar dinero, está bien. Tendrás que buscar otros trabajadores’. El carro Honda se alejó sin lograr llenar las plazas temporarias”.

“Hace tres meses, unos 120 inmigrantes que buscan empleos en la soleada calle de esta ciudad en las afueras de Los Angeles acordaron entre ellos mismos aceptar solamente trabajos que paguen un mínimo de 15 dólares la hora, casi 2.5 dólares más que la tarifa informal anterior. ‘Lo que tienen aquí es la esencia de un sindicato’, dijo Pablo Alvarado, coordinador nacional de la Red Nacional de Jornaleros, quien supervisó la votación de los trabajadores tomado en la calle”.

Según un estudio de la Universidad de California en Los Angeles, 117 mil jornaleros buscan trabajo diariamente en más de 500 lugares en ciudades por todo el país. En la última década, la cantidad de centros de jornaleros ha aumentado de 4 a más de 140 en 31 estados.

Esta nueva asociación reforzará la capacidad del movimiento laboral “para impulsar y hacer prevalecer los derechos de todos los trabajadores, con o sin sindicatos, inmigrantes y no inmigrantes, por igual”, dijo el presidente de la AFL-CIO John Sweeney, en una declaración emitida por las dos organizaciones.

Bajo la nueva asociación, se permitirá que los centros de jornaleros cuenten con representantes sin derecho a voto en las reuniones de los concilios del AFL-CIO, a pesar de que los jornaleros aún no son miembros del sindicato.

Los jornaleros han sido un blanco de grupos derechistas y de políticos capitalistas, en lo que frecuentemente se convierten en conflictos polarizados en torno a la “reforma migratoria”. Grupos derechistas, tales como los Minutemen, y políticos capitalistas locales han librado campañas que exigen la deportación de los “extranjeros ilegales”, culpando a los trabajadores inmigrantes del crimen, el hacinamiento de las viviendas, el desempleo y otros males sociales. Algunos han dicho que ahora se enfocarán directamente contra el movimiento laboral por su creciente apoyo a los derechos de los inmigrantes. “Saldremos ahora batiendo a los sindicatos”, dijo Jim Gilchrist, un fundador de la milicia civil Minutemen Project, según Prensa Asociada.

La decisión de la AFL-CIO de establecer la nueva alianza, y el anuncio del sindicato LIU de que comenzará a reclutar a inmigrantes indocumentados como miembros del sindicato refleja la creciente presencia de los trabajadores inmigrantes en la fuerza laboral en Estados Unidos, y el impacto que han tenido en el movimiento laboral las inmensas manifestaciones de trabajadores que tuvieron lugar esta primavera para exigir la legalización de los inmigrantes.
 
 
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