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   Vol. 70/No. 3           23 de enero de 2006  
 
 
Huelguistas de lavandería en California
luchan por mejores sueldos y pensiones
(portada)
 
POR SETH DELLINGER  
COLTON, California—Coreando y golpeando cacerolas, trabajadores de lavandería en huelga marcharon aquí alrededor de la lavandería industrial Angelica durante una línea de piquete ampliada —un “día familiar”— el 8 de enero.

Los más de 300 miembros del sindicato UNITE HERE empleados en la planta han mantenido una línea de piquete las 24 horas desde el 18 de diciembre, cuando rechazaron la “oferta final” de la compañía y pararon labores para demandar mejores salarios y beneficios de jubilación.

“Mi abuela ha estado trabajando aquí 26 años, pero si yo consiguiera un trabajo a tiempo parcial, probablemente estaría ganando más que ella”, dijo Lorena López, de 15 años, cuya abuela Lucía López está en huelga.

Laurie Stalnacker, secretaria-tesorera ejecutiva del Consejo Central del Trabajo de los condados de San Bernardino y Riverside, también estaba en la línea de piquete. “Yo quiero ayudar a dar a conocer su lucha al resto del movimiento obrero”, dijo a los huelguistas.

Los trabajadores en huelga han visitado muchas otras lavanderías en la zona buscando solidaridad. “Estamos pidiendo el apoyo de otros trabajadores”, dijo Sinoe Solís, un operador de máquina. “Estamos listos para trabajar, pero no sin un contrato firmado”.

La compañía se ha negado a negociar con el sindicato desde que salieron en huelga.

Uno de los desafíos que los huelguistas han enfrentado es el acoso por parte de provocadores. María Torres, una de los huelguistas, describió un incidente donde le derramaron café caliente a un piquete. “Ellos quieren hacernos enojar para que hagamos algo que ellos puedan usar en contra del sindicato, pero no hemos caído en la trampa”, dijo.

Los huelguistas están tratando de ganarse también a los trabajadores temporales y a un número pequeño de trabajadores que han cruzado la línea de piquete, a quienes la compañía ha usado para mantener parcialmente la producción.

La delegada sindical Debra Crawford dijo que ella explica el papel que juega el sindicato al impedir la discriminación por parte de la compañía. “Yo soy la única persona negra que trabaja aquí”, dijo. “La compañía no quiere personas que hablan inglés. Pero lo único que pueden hacer es despedirme, y yo tengo un sindicato, así que voy a poder recuperar mi trabajo”.

“Aunque yo sea el último, ¡seguiré en la línea de piquete!” dijo Lou Pacheco. “En la vida, solo consigues las cosas por las que luchas”.  
 
 
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