The Militant (logo)  
   Vol. 69/No. 47           5 de diciembre de 2005  
 
 
Mitin en Atlanta: Africa y la lucha
por transformar el mundo
(especial)
 
POR SUSAN LAMONT  
ATLANTA—“Empezamos con el mundo y cómo transformarlo” fue el tema de una muy concurrida conferencia celebrada aquí el 12 de noviembre en la universidad Spelman. Fue el primero de una serie de eventos que se realizarán en cuatro ciudades para escuchar a participantes de la Primera Feria del Libro de Guinea Ecuatorial, celebrada en este país centroafricano del 17 al 20 de octubre.

Unos 90 trabajadores y estudiantes de Alabama, Florida, Georgia, Louisiana, Carolina del Norte y Texas asistieron al evento, auspiciado por el Partido Socialista de los Trabajadores y la Juventud Socialista, para escuchar un informe de miembros del equipo que participó en la feria y atendió el stand de libros de la editorial Pathfinder Press.

Unos seis estudiantes de la universidad Spelman asistieron al mitin, y un grupo de estudiantes se reunió con Waters antes del programa.

“La feria del libro nos dio la oportunidad de aprender más sobre la historia de esta parte de áfrica”, dijo Arrin Hawkins en su presentación. “La capital Malabo en la isla de Bioko fue usada por las potencias coloniales de Portugal, Holanda, Gran Bretaña y España, entre otras cosas como base para el comercio trasatlántico de esclavos.

“Los guineanos nos explicaron que su historia no es un pasado remoto. La herencia colonial aún marca la vida en el país mediante la opresión imperialista. Tenemos que ver la historia como parte del presente”.

Martín Koppel describió el orgullo y la confianza de las columnas de trabajadores guineanos que marcharon el 12 de octubre en las celebraciones del día de la independencia nacional. “Se podía vislumbrar el futuro” con el nacimiento de una clase trabajadora en Guinea Ecuatorial, creada por el desarrollo de la industria petrolera y la infraestructura asociada a esta industria.

Koppel describió el papel revolucionario que realiza Cuba al proveer médicos y otros voluntarios para Guinea Ecuatorial. “Mientras que las potencias imperialistas se roban médicos de Africa, Cuba ayuda a desarrollar los servicios de salud de Guinea Ecuatorial” al formar a jóvenes guineanos como médicos, dijo Koppel.

Brian Taylor relató que en la feria del libro, los jóvenes buscaban libros de Nelson Mandela. “Pudimos ver que la revolución en Sudáfrica que derrocó al apartheid es una fuente de inspiración para los guineanos”, dijo, y explicó que había un interés parecido en los discursos de Thomas Sankara, el dirigente de la revolución de Burkina Faso en los años 80. “¡No hubiera bastado ninguna cantidad de ejemplares de estos libros!” Los organizadores de la feria dijeron que les sorprendió y alegró la sed que había por los libros de Malcolm X.

“Lo que vimos fue diferente de la imagen que tienen sobre Africa la mayoría de las personas que viven en países imperialistas”, dijo Mary-Alice Waters, directora de la revista New International y oradora principal del mitin. “Vimos a los seres humanos —la humanidad luchadora y trabajadora— trabajando bajo condiciones muy difíciles, pero al mismo tiempo labrando su propio porvenir”.

Waters apuntó que el Manifiesto Comunista “habla sobre lo que vimos y experimentamos en Guinea Ecuatorial”. El Manifiesto explica que “forzada por la necesidad de dar cada vez mayor salida a sus productos, la burguesía recorrer el mundo entero”. Ahora, dijo Waters, Guinea Ecuatorial —uno de los países más subdesarrollados por el imperialismo— se ha convertido en el tercer exportador de petróleo en Africa, a la vez que compañías norteamericanas se aprovechan de las inmensas reservas de petróleo en el Golfo de Guinea.

Las contradicciones de clase en Guinea Ecuatorial son históricamente tan nuevas, están tan cerca de la superficie, que son más fáciles de ver que en muchos otros países, explicó Waters. Lo mismo sucede respecto a las tendencias históricas que van fortaleciendo a la clase trabajadora a nivel internacional —desde la expansión e internacionalización de la clase trabajadora y el peso creciente de la mujer, hasta la disminución de la influencia de las creencias religiosas.

“¿Qué papel ocupa la lengua española en Guinea Ecuatorial?” preguntó uno de los asistentes durante el periodo de preguntas y respuestas.

Guinea Ecuatorial fue colonia de España hasta 1968. “El idioma de la enseñanza en Guinea Ecuatorial sigue siendo el español”, dijo Waters. “Los idiomas autóctonos, como el fang y el Bubi, no son lenguas escritas”. Thomas Sankara explicó que en Burkina Faso el francés no solo era el idioma impuesto por la antigua potencia colonial, sino una herramienta que les permitía a los burkinabes comunicarse entre sí y con luchadores antiimperialistas por todo el mundo.

Otras preguntas y respuestas abordaron el papel de los inmigrantes africanos en los países imperialistas, el legado de las divisiones creadas por el colonialismo en Guinea Ecuatorial y la solidaridad internacionalista cubana en el mundo.

El público contribuyó 945 dólares para ayudar a sufragar los costos del viaje y otros gastos para participar en la feria del libro.

Muchos asistentes explicaron su satisfacción por todo lo que aprendieron. El mitin “me abrió los ojos acerca de muchas cosas sobre las cuales nunca había pensado mucho antes”, dijo Rheaclare Fraser, estudiante de Spelman.

Ben Downing, estudiante de la Universidad de Houston, dijo que estaba especialmente interesado en aprender más sobre el papel de Cuba en Africa.

“Me pareció excelente el mitin”, dijo Gladys Williams, activista del Tribunal Popular, un grupo en el sur de Georgia que ha organizado luchas contra la brutalidad policial. A Williams le gustó enterarse que el dirigente cubano Víctor Dreke es actualmente embajador de Cuba en Guinea Ecuatorial, y que había hecho una presentación en la feria del libro. Hace tres años, Williams ayudó a organizar una visita para Dreke en esa comunidad agrícola durante una gira que él realizaba en Georgia.

El domingo por la mañana, unas 50 personas asistieron a un almuerzo en la cantina Javaology, donde continuaron por unas horas las conversaciones con los oradores de la noche anterior. “¡Vine a conocer más sobre Africa y por qué ellos necesitan estos libros!” dijo Katina McFadden, de 29 años, obrera de una empacadora de carne en Atlanta, mientras observaba la exposición de fotos de la feria del libro. Durante el almuerzo también se mostró un video corto sobre la visita a Guinea Ecuatorial.

Maurice Williams contribuyó a este artículo.  
 
 
Front page (for this issue) | Home | Text-version home