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   Vol. 69/No. 46           November 28, 2005  
 
 
Médicos cubanos en nación de Africa Central
‘Nuestra meta es fortalecer los propios
servicios médicos de Guinea Ecuatorial’
(especial)
 
POR JONATHAN SILBERMAN  
MALABO, Guinea Ecuatorial—“No solo ofrecemos nuestros servicios médicos”, dijo el Dr. Leonardo Ramírez, jefe del personal médico cubano internacionalista que trabaja en este país centroafricano.

“Nuestro objetivo es fortalecer los propios servicios médicos de Guinea Ecuatorial, dirigidos por los guineanos y para los guineos. Nosotros cooperamos en su formación. Es el principio que guía todas nuestras misiones en países por todo el mundo”.

Los voluntarios cubanos, dijo Ramírez en una entrevista concedida aquí el 20 de octubre, “trabajan en centros de salud, clínicas y hospitales que brindan servicios de salud, como también cursos de capacitación para elevar el nivel técnico del personal médico”. También se dedican a que la población en general adquiera mayor conciencia sobre la salud mediante actividades en los vecindarios y en programas de radio.

La misión médica cubana está integrada actualmente por 144 voluntarios, de los cuales 94 son médicos. Casi la mitad son mujeres. Trabajan al lado de los guineanos en cada una de las siete provincias y los 18 distritos del país: desde los centros hospitalarios de 200 camas en las dos ciudades principales —Malabo y Bata— hasta los pequeños sitios en las zonas rurales más remotas del país.

La colaboración médica de Cuba en Africa comenzó en los primeros años de la revolución, cuando se enviaron brigadas de voluntarios de la salud a Argelia en 1963. A fines de 2004 ya había casi 1 200 médicos cubanos que trabajaban por todo el continente. Además de Guinea Ecuatorial, cumplen misiones en Angola, Botswana, Cabo Verde, Eritrea, Gambia, Ghana, Guinea-Conakry, Guinea-Bissau, Costa de Marfil, Mali, Mozambique, Namibia, Seychelles, Sudáfrica, Zambia, Zimbabwe y en zonas de Sahara Occidental. La actual misión cubana en Guinea Ecuatorial comenzó su trabajo en 2000. “Desde entonces, más de 300 voluntarios cubanos, médicos en su mayoría, han ejercido la medicina aquí”, dijo Ramírez.

Las brigadas médicas cubanas en este país forman parte de lo que se llama el Plan Integral de Salud para Centroamérica y el Caribe, Africa y Asia, iniciativa del gobierno cubano a partir de 1998 tras la devastación social provocada por el paso del Huracán Mitch.

La colaboración de Cuba contrasta rotundamente con el robo de médicos de los países semicoloniales por las potencias imperialistas. El doctor Agyeman Akosa, director general del servicio de salud de Ghana, dijo al New York Times en un artículo publicado el 27 de octubre que esta “fuga de médicos” está llevando a un verdadero colapso del sistema de salud pública. Ghana ha perdido el 30 por ciento de sus médicos, quienes se han ido a Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Australia. Tiene solo seis médicos por cada 100 mil habitantes.  
 
Forman a guineanos como médicos
Como parte de la solidaridad internacional cubana, cerca de 200 médicos estudiantes de Guinea Ecuatorial estudian actualmente en Cuba, y decenas más siguen cursos de formación con profesores cubanos en la facultad de medicina de la Universidad Nacional en la ciudad de Bata.

Veinte estudiantes guineanos viajaron a Cuba el 28 de octubre para pasar su sexto y último año de estudios de medicina haciendo prácticas en hospitales de la provincia occidental de Pinar del Río. Al mismo tiempo, 50 guineanos que estudiaron cinco años en Cuba regresaron a su país para terminar sus estudios y trabajar junto a los médicos cubanos en hospitales y clínicas aquí. Los 70 estudiantes celebrarán juntos su graduación en julio.

Santiago Ndong del pueblo de Evinayong, uno de los estudiantes que se disponen a salir para Cuba, describió al Militante lo que el primer grupo de jóvenes que ingresó a la escuela de medicina aquí ha logrado: “Los dos primeros años nos resultaron muy duros para nosotros”, dijo. “Los primeros seis meses no teníamos ni siquiera libros de textos, y no estábamos acostumbrados a estudiar así.

“Pero nuestros maestros cubanos siempre nos trataban con respeto”, señaló. “Nos llamaban compañeros”. Sin ellos “nunca lo hubiésemos logrado”, dijo Ndong, a lo cual los demás estudiantes asintieron con la cabeza.

“El próximo año habrá más de 70 estudiantes en la facultad de medicina”, dijo Leonardo Ramírez. “Hay estudiantes en cada grado de estudios, así que el número de médicos continuará creciendo”.  
 
Principales problemas de salud
El mayor de los problemas de salud es el paludismo (malaria), según se nos dijo muchas veces. Pero también enfrentan la fiebre tifoidea, parásitos intestinales, SIDA, fiebre amarilla, ceguera de río y problemas respiratorios, como también los efectos de la violencia contra la mujer y del alcoholismo, según explicó Nancy López Salas, una de los médicos voluntarios cubanos en este país.

Hubo una epidemia del cólera en febrero que afectó mucho a Malabo especialmente, dijo López, quien trabaja en un hospital provincial en Malabo como asesora a cargo de enfermería. El ministerio de salud lanzó una campaña en la que participaron voluntarios cubanos, y se contuvo la epidemia con bastante rapidez.

Vicente Nze, uno de los estudiantes guineanos de medicina que pronto irán a Cuba, describió al Militante cómo todos dejaron sus aulas y se incorporaron a esta campaña al lado de sus profesores. Fueron de casa en casa para promover mejor sanidad y hacer pruebas de la calidad del agua. Esto no solo ayudó a combatir el cólera, sino que les dio a los estudiantes una lección valiosa y confianza.

“Enfocamos los problemas como el paludismo de una manera integral”, dijo Ramírez. “Comenzamos con la medicina preventiva y prácticas de salud sencillas, así como tratar a la gente que está enferma”.

Al preguntársele acerca de una reciente fumigación financiada por Marathon Oil —una de las compañías energéticas norteamericanas que trabajan en este país— que ayudó a reducir los casos de malaria en las últimas semanas, Ramírez dijo: “La fumigación puede ayudar, pero a nuestro criterio no es lo mejor. Tiene efectos negativos: emite toxinas y daña el medio ambiente. Se pone a riesgo especialmente a los niños. Nosotros preferimos el control biológico, y estamos trabajando en la isla de Annobón con una empresa cubana para desarrollar un bacilo que destruya el sistema digestivo de la larva del mosquito. Si la larva muere ya no hay mosquitos”.  
 
Médicos cubanos se ganan estima
Ramírez dijo que los voluntarios cubanos y el pueblo de Guinea Ecuatorial han desarrollado “excelentes lazos de amistad. Muchos vínculos nos unen. Ambos fuimos colonizados por la misma potencia colonial, España. Hablamos el mismo idioma. Hay muchas similaridades en nuestras costumbres y existe un profundo respeto mutuo. Esto se refuerza por el hecho que los guineanos saben que no los vamos a abandonar”.

Lo que Ramírez describió quedó confirmado por una visita con la brigada médica cubana en Luba, el principal puerto en la costa occidental de la isla de Bioko, a dos horas de la capital.

“Si existía alguna sospecha inicial de nosotros, pronto desapareció por los resultados de nuestro trabajo y por la forma en que trabajamos junto a la población”, dijo la doctora Regla García, parte del equipo cubano en Luba. Este está compuesto por dos médicos generales integrales, un pediatra, una analista y una enfermera. Trabajan en un hospital pequeño que cuenta con seis trabajadores médicos y 14 camas, y atienden entre mil y 1 500 pacientes al año.

Esta misión “es la mejor experiencia de mi vida”, dijo la analista Idalmis Gainza. “Estando aquí comprendo realmente lo que significa la Revolución Cubana para los que están lejos de Cuba”.

“Yo siempre quise hacer algo así, aprender más del mundo”, dijo García. “Pero tuve que esperar hasta que mis hijos fueran mayores”. En cierto sentido ha sido difícil, dijo, al pasar dos años lejos de la familia y de los compañeros de trabajo. “Pero he tenido muchísimo apoyo de mi esposo y de mis hijos que tienen 11 y 15 años, así que se las arreglan sin mí.

De hecho, agregó, para su hijo menor el trabajo que realiza su madre es un emblema de honor. “Le cuenta a todos sus compañeritos, ‘¡mi mamá es internacionalista!’ ”

Ramírez dijo, “Ha sido algo tremendo para los cubanos que participamos en esta misión internacionalista. Aquí nos enfrentamos a muchas enfermedades como el paludismo, la ceguera de río, el cólera, que habían sido eliminados de Cuba gracias a la revolución. En Cuba lo estudiamos teóricamente, mientras que aquí lo enfrentamos como desafíos de la vida real.

“Pero no se trata solo de la experiencia técnica”, añadió. “Nuestros médicos también se sienten muy estimulados para aprender acerca de este país. Hemos aprendido mucho sobre el pueblo de Guinea, su vida, su cultura, su historia. Y eso nos fortalece. No solo estamos trabajando, estamos estudiando”.

Citando al presidente cubano Fidel Castro, apuntó que “Fidel dijo una vez que hoy los mejores embajadores de la Revolución Cubana son nuestros médicos internacionalistas. Y cuando conocemos a gente y nos solidarizamos con ellos, aprendemos de ellos, como sucede aquí, y eso fortalece la revolución”.

Contribuyeron a este artículo Arrin Hawkins, Martín Koppel, Brian Taylor y Mary-Alice Waters.  
 
 
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