Los obreros del cobre en Arizona y Texas, organizados por varias uniones, mantuvieron un frente sólido contra la Asarco, el gigante del cobre, y lograron detener los intentos patronales de imponerles concesiones.

En Lakeside Packers, el mayor matadero de Canadá, los piquetes se mantuvieron firmes ante la violencia organizada por la compañía y dirigieron sus llamamientos a toda la fuerza de trabajo, logrando captar a unos cuantos trabajadores que cruzaban las líneas de piquetes. Los patrones, rompehuelgas de la Tyson, tuvieron que firmar su primer contrato desde que el sindicato fue descertificado en los años 80.

En California, tras un año en campaña con líneas de piquetes, protestas callejeras y la búsqueda de la solidaridad obrera, la asociación de enfermeras obligó a los patrones de los hospitales a abandonar sus intentos de aumentar la proporción entre pacientes y enfermeros establecida en una ley de 1999.

El Wall Street Journal, fiel voz de los patrones, observó, expresando su inquietud, el aumento en el número de huelgas este año.

Sin embargo, la solidaridad obrera no ha sido el lema de todas las batallas obreras. Desde el 19 de agosto, los mecánicos, limpiadores y porteros organizados por la Asociación Fraterna de Mecánicos de Aviación en la aerolínea Northwest se han mantenido en lucha frente al empeño de la compañía de liquidar contratos sindicales, despedir a miles de trabajadores y obligar a los demás a trabajar más rápido y con salarios y beneficios recortados.

No podría haber más en juego para los trabajadores de las aerolíneas y todo el movimiento obrero.

Unos cuantos miembros del sindicato mecanometalúrgico IAM y asistentes de vuelo han sentado un ejemplo al respetar las líneas de piquete de sus compañeros en huelga. No obstante, la cúpula del IAM y de otros sindicatos en la Northwest le han dicho a sus miembros que no respeten las líneas de piquete. Ahora los patrones han olfateado sangre. Tienen en su mira a los mecanometalúrgicos, a los asistentes de vuelo y a todos los sectores de la fuerza de trabajo, buscando severos recortes de empleos, salarios y beneficios.

Urge que toda la clase trabajadora apoye a los huelguistas de Northwest. Súmense a las líneas de piquete. No vuelen con Northwest. Contribuyan a la huelga y divulguen la lucha. Esta batalla es una prueba viva para todo el movimiento obrero de que un ataque contra uno es un ataque contra todos.
 
 
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