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   Vol. 69/No. 42           October 31, 2005  
 
 
California: atención a elecciones especiales refleja
una nueva situación política en Estados Unidos
Candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores hacen campaña
por programa de clase trabajadora y oponen iniciativas antiobreras
(portada)
 
POR FRANK FORRESTAL
Y BETSEY STONE
 
LOS ANGELES, 17 de octubre—Las elecciones especiales convocadas por el gobernador republicano Arnold Schwarzenegger han captado la atención pública nacional e internacional. Y la campaña se desenvuelve entre una nueva situación política en Estados Unidos a medida que más y más sindicalistas, trabajadores que buscan organizar sindicatos, y otros que buscan vías para resistir los implacables ataques patronales contra salarios, condiciones laborales y prestaciones médicas y de jubilación.

Políticos de todo el país están haciendo campaña en California. Los senadores John McCain, un republicano, y John Kerry, un demócrata, ambos estuvieron aquí la semana pasada. Los principales diarios y semanarios de Estados Unidos, del Reino Unido y en otras partes han publicado artículos y editoriales sobre las elecciones del 8 de noviembre.

Schwarzenegger anunció los comicios especiales en junio, un año antes del fin de su término como gobernador, con el fin de aprobar un paquete de referéndum. Este incluye propuestas que fortalecen el poder del ejecutivo para limitar fondos para la educación y otros programas y anular los convenios de empleados públicos para cortar salarios y beneficios. Otra medida, la proposición 75, incrementa la interferencia del estado en los sindicatos.

En una conferencia a nivel estatal celebrada aquí el 15 y 16 de octubre, los partidarios de la candidatura del Partido Socialista de los Trabajadores en California decidieron esforzarse a plenitud en las tres últimas semanas antes de las elecciones para sumarse a otros trabajadores en hacer campaña para derrotar las iniciativas electorales antiobreras y explicar el programa del partido para impulsar los intereses del pueblo trabajador en Estados Unidos y en el mundo.

El PST está postulando cinco candidatos en las contiendas locales de California: en Los Angeles, Diana Newberry y Seth Dellinger para los distritos 14 y 10 respectivamente del Consejo Municipal; y en San Francisco, Romina Green para Tesorera de la Ciudad, Laura Anderson para Fiscal de la Ciudad, y Gerardo Sánchez para Tasador-Registrador.

Las iniciativas están al centro de la “agenda de reforma”. Schwarzenegger ha tenido dificultades en obtener su aprobación por la legislatura del estado ante las protestas de enfermeras, empleados de hospitales y otros trabajadores—que durante la campaña electoral de 2003 denominó como “intereses especiales” y ahora cada vez más abiertamente los singulariza como sindicalistas. “Lo único que puedo decirles es que no podemos continuar de la misma forma donde todos están intimidados por los sindicatos”, dijo Schwarzenegger recientemente. “Los legisladores están paralizados”.

Ante las crecientes protestas callejeras por varios sindicatos durante la primavera pasada, el gobernador se retrajo de colocar en la boleta electoral una propuesta que buscaba privatizar las pensiones de empleados públicos. La Asociación de Enfermeras de California ha organizado continuas protestas contra los intentos de Schwarzenegger de revertir una ley estatal que establece un promedio de cinco pacientes por enfermera, forzándolo a guardar su plan por ahora. Entre más grande es su demagogia de “patearles el trasero” a las enfermeras, maestros y otros trabajadores opuestos a su plan, más populares se han convertido sus protestas entre otros trabajadores, agricultores, jóvenes y sectores de clase media.

Esta resistencia es reflejo de una nueva situación en la política en Estados Unidos y en otros países capitalistas industrialmente desarrollados. Los camioneros independientes en puertos a lo largo de la Costa Este que se organizan para conquistar protección sindical como Teamsters; los mineros del carbón en Utah que luchan para lograr el reconocimiento como local del sindicato de mineros UMWA; los mecánicos de aerolíneas que resisten los intentos rompesindicatos de la Northwest; los mecanometalúrgicos que echaron atrás los intentos de la Boeing de recortar prestaciones de jubilación y médicas; los trabajadores que se organizaron para ayudarse mutuamente a la luz de la catástrofe social generada por el capitalismo en Nueva Orleans y en toda la Costa del Golfo: estos son ejemplos de este cambio político.

Trabajadores como estos, así como jóvenes que se ven atraídos a sus luchas, se muestran cada vez más receptivos ante explicaciones políticas obreras de por qué el partido bélico bipartidista en este país—la gran mayoría de funcionarios demócratas y republicanos—continúa expandiendo los operativos y preparativos militares para nuevos conflictos en el exterior, a la vez que simultáneamente arrecia los ataques contra los trabajadores, los agricultores y el movimiento obrero aquí en el país.

“Dados los cambios en la política actual”, dijo Diana Newberry, la candidata del PST para concejal municipal, “podemos lograr una mayor audiencia para las reivindicaciones obreras que nuestra clase, nuestros sindicatos, nuestros aliados entre los agricultores y jóvenes necesitamos para organizarnos y luchar para ganar: en las líneas de piquetes de huelga, en campañas de sindicalización, y en protestas y manifestaciones callejeras.

“Más y más trabajadores y agricultores van a empezar a reconocer que nosotros podemos cambiar las condiciones económicas, sociales y políticas en las que trabajamos y vivimos”, dijo la candidata del PST. “Y que al hacerlo nos podemos transformar a nosotros mismos. Es eso lo que un movimiento sindical combativo puede y va a comenzar a cambiar”.

Una medida de este cambio es la receptividad entre trabajadores hacia el Militante. Entre otros temas abordados en la reunión de California estuvo una propuesta de elevar al doble la meta internacional de suscripciones al semanario socialista de 1,500 a 3,000. Unos días después las ramas del PST en Los Angeles y San Francisco votaron a favor de aumentar sus metas este otoño a 185 y 95 suscripciones respectivamente.

“Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que duplicados nuestra meta en medio de una campaña de subscripciones”, dijo Harry Ring, un partidario de la campaña en Los Angeles y veterano del movimiento socialista por más de 60 años. La conferencia tiene que tomar nota de lo que esto refleja sobre la política y el trabajo del partido, dijo Ring.  
 
‘Agenda de reforma’
La estrella de ‘The Terminator’ y otras películas de acción de Hollywood pasó a ser gobernador hace dos años a través de otras elecciones especiales, cuando el gobernador demócrata Gray Davis fue revocado. Desde entonces, Schwarzenegger ha buscado sacar provecho al ímpetu de esa victoria electoral para acelerar la ofensiva patronal que ya se estaba desarrollando durante la corta administración de Davis y la de los previos gobernadores demócratas y republicanos.

Artículos recientes en los medios capitalistas han cuestionado la capacidad del “gubernator” de poder pasar las medidas por las que él aboga.

“La ambiciosa agenda de reforma del gobernador está en peligro a tres meses de las elecciones especiales de noviembre y está recibiendo golpes por todos lados”, dijo un artículo en el Wall Street Journal el 1 de agosto. Sin embargo, los editores del diario aconsejaron al gobernador a que persevere.

“Tan peligrosa como se mira su situación”, dijo el Journal, “el señor Schwarzenegger sobrepaso circunstancias más adversas para obtener su victoria en el referéndum revocatorio de 2003 recurriendo directamente a la gente”, dijo. “Y la batalla vale la pena pelearla. Aun si pierde una o más de las iniciativas en la boleta electoral en noviembre no sería tan dañino como perder la creencia que tienen su núcleo de votantes que él es un líder fuerte”.

Schwarzenegger y sus partidarios cuentan con una poca participación en las votaciones en un año en el que no hay elecciones para puestos federales o estatales mayores. El carácter mismo de las elecciones especiales —un plebiscito que supuestamente “pone decisiones directamente en las manos del pueblo”—en realidad aumenta el peso de los votos entre profesionales, y otros en la clase media, y entre sectores de trabajadores más susceptibles a las ilusiones de clase media promovidas por los dominantes capitalistas.

“La llamada democracia plebiscitaria es dañina a los intereses del pueblo trabajador”, dijo Argiris Malapanis, director nacional de la campaña del PST, en la conferencia en California. “Serán utilizados más a menudo por los representantes políticos de las clases propietarias -aun cuando estén indecisos-- para mantener la estabilidad del capitalismo y del sistema de gobierno bipartidista con el que gobiernan en periodos de creciente crisis económica y social y de extensión de los preparativos militares como los de hoy día”.

Si el gobernador logra pasar una de las medidas de las que él promueve será una victoria para la ofensiva antiobrera de ambos partidos, los demócratas y republicanos, en California y en todo el país, dijo Joel Britton, miembro del comité nacional del PST, en la reunión.  
 
Medidas buscan limitar a sindicatos
La Proposición 75, una de las iniciativas de Schwarzenegger, prohíbe a los sindicatos de empleados públicos a que usen fondos de las cuotas recaudadas para campañas políticas sin el “consentimiento por escrito” previo de cada uno de los miembros del sindicato cada año. Exige que los sindicatos entreguen records a la Comisión de Prácticas Políticas Justas que estaría a cargo de supervisar el uso de los fondos de cuotas para contribuciones políticas.

Una similar propuesta, la Proposición 226, que hubiera impuesto tales requisitos a todos los sindicatos de California, fue derrotada por un pequeño margen en 1998. Schwarzenegger tiró su apoyo detrás de “Prop 75” en la convención estatal del partido republicano a mediados de septiembre.

“La proposición 75 impondría una mayor interferencia del gobierno en los sindicatos”, dijo Newberry, quien trabaja como empacadora de carne. “Ataría a los sindicatos de empleados públicos en burocracia. Nosotros defendemos la independencia de los sindicatos del estado capitalista, no solo a nivel federal, sino también a nivel estatal y local. Instamos al pueblo trabajador a que voten no”.

La proposición 74 también es un ataque directo al movimiento sindical. Extiende el periodo de probatoria de dos a cinco años para maestros, bibliotecarios y otros empleados certificados del sistema escolar del kinder al grado 12. Y hace más fácil el despido de maestros por las juntas escolares.

“Hacemos un llamado al pueblo trabajador a que también derrote esta propuesta”, dijo Newberry. “Los sindicatos deben hacer campaña para poner fin a todos los periodos de probatoria para todos los trabajadores, incluso aquellos en las aulas.

“El sindicato minero UMWA ha sentado un ejemplo en esto”, explicó Newberry. En una compañía donde existe el sindicato, los trabajadores son miembros desde el primer día de empleo, sin probatoria. “Este es un paso esencial para poder defender la seguridad laboral y las condiciones de trabajo en cualquier lugar de empleo”, dijo Newberry, “ya sea en un aula, una mina de carbón, o una empacadora de carne o cualquier otra fábrica”.  
 
Fortalecen poderes del ejecutivo
El Partido Socialista de los Trabajadores también está llamando al pueblo trabajador a votar “No” en las propuestas 76 y 77, también de importancia para la agenda del gobernador de California.

Estas iniciativas le permiten al gobernador abrir los convenios del estado con empleados públicos bajo “emergencias fiscales” y cortar salarios y beneficios. La proposición 76 también le daría más facultad al gobernador para hacer recortes en los gastos estatales.

La propuesta 77 le quita a la legislatura, un cuerpo electo, el poder de distribuir los distritos electorales y se lo entrega a un panel de tres jueces jubilados, un cuerpo que sería designado por “lideres legislativos”.

Estas iniciativas fortalecen el poder del ejecutivo. El partido bélico bipartidista considera necesaria esta centralización de poder -desde la Casa Blanca, a las mansiones de los gobernadores y alcaldes por todo el país—para poder hacer avanzar la explotación del capital estadounidense y la opresión del pueblo trabajador dentro y fuera del país.

“Los gobernantes estadounidenses han aumentado esta centralización substancialmente desde su victoria sobre sus rivales imperialistas y sus aliados durante la Segunda Guerra Mundial”, dijo Malapanis en la conferencia en California. “Y están buscando como acelerar el fortalecimiento de la autoridad del ejecutivo —incluso el poder de las fuerzas armadas y la policía— a medida que entran en las etapas iniciales de condiciones de depresión y expansión de conflictos bélicos a nivel mundial por primera vez desde los años treinta”.

Malapanis señaló que las proposiciones 76 y 77 incluyen elementos, aun cuando son pequeños y embriónicos, de lo que marxistas han llamado el “Bonapartismo”. Se refiere a la tendencia de las clases dominantes capitalistas, ante la profundización de la crisis social y militarización, hacia un poder ejecutivo fortalecido que se presenta como que está “por encima de los intereses de clase”, a medida que toma pasos para estabilizar el dominio de la clase gobernante.

Los presentes en la reunión decidieron que está es una buena razón para que el pueblo trabajador en California y por todo el mundo, se oponga a estas iniciativas.

(Continuará en la próxima edición)  
 
 
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