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   Vol. 69/No. 29           August 1, 2005  
 
 
Seattle: socialistas no tienen
que revelar nombres de donantes
(especial)
   
POR STEVE CLARK  
SEATTLE, 14 de julio—Partidarios de la candidatura para alcalde del Partido Socialista de los Trabajadores se reunieron hoy en la sede de la campaña para celebrar la victoria en la lucha que el partido ha realizado por ocho años para ser eximido del requisito del código electoral municipal, según el cual tiene que hacer públicos los nombres, las direcciones y los empleos de los contribuyentes a sus campañas electorales.

En una audiencia celebrada ese día, la Comisión de Etica y Elecciones de Seattle (SEEC) aprobó la exención, la cual le había denegado al PST desde 1997. James Lobsenz, un abogado de derechos políticos en Seattle, representó a la campaña.

En su charla durante la celebración, Chris Hoeppner, candidato para alcalde por el Partido Socialista de los Trabajadores, subrayó la importancia de esta victoria. Hoeppner es un empacador de carne y veterano sindicalista y socialista. El identificar a los contribuyentes en Seattle o en cualquier otro lugar, sería como proveer una “lista de enemigos” a los patrones, la policía, agencias del gobierno y otros que desean perjudicar a los partidarios de los candidatos socialistas.

Entre los ejemplos recientes presentados a la SEEC había declaraciones juradas sobre dos ataques contra la sede de la campaña del partido en Los ángeles.

El día antes de la audiencia, la vitrina de la sede de la campaña en Los ángeles fue objeto de un ataque que esparció pedazos de vidrio por 10 metros. En mayo, un inspector del servicio postal en esa ciudad informó haber interceptado “cartas de odio” dirigidas a la campaña. En junio un fiscal federal dijo que el mismo individuo había enviado a otras personas en la zona unos sobres que contenían una jeringa con aguja.  
 
Se fija audiencia para el 11 de agosto
Habiendo ganado la batalla en Seattle, la campaña del PST ahora está buscando una exención de parte de la agencia Public Disclosure Commission (PDC) en el estado de Washington, la cual ha fijado una audiencia especial para el 11 de agosto.

A diferencia de la mayoría del país, en Seattle y en el estado de Washington, el PST y otros partidos pequeños deben solicitar exenciones locales y estatales cada vez que postulan candidatos. Sin dichas exenciones, el comité de la campaña no puede aceptar donaciones de más de 25 dólares, limitando las posibilidades de los socialistas de publicar folletos y financiar otras actividades para presentar una alternativa obrera a los candidatos de los partidos patronales.

Desde los años 70, la “reforma financiera de campañas” ha sido promovida enérgicamente por demócratas liberales como los que hoy dominan la política de Seattle, incluyendo la SEEC, a nivel federal, estatal y local. Los partidarios liberales de dichas leyes, que dicen estar a favor de “un gobierno limpio”, en la práctica refuerzan el monopolio de los capitalistas sobre las campañas electorales.

El autor de este artículo, que asistió a la audiencia de la SEEC, también habló en la celebración junto con el candidato del PST para alcalde. Betsy Farley, partidaria de la campaña, fue maestra de ceremonias. Los participantes expresaron su voluntad de seguir organizando la campaña socialista más activa que el PST ha realizado en Seattle en muchos años. Durante la audiencia Hoeppner y sus partidarios habían estado en las calles haciendo campaña.

El día de la audiencia el Seattle Times, uno de los principales diarios de la ciudad, publicó un artículo sobre la solicitud del PST, y al día siguiente un reportaje sobre lo ocurrido en la audiencia.  
 
Fortalece lucha por exención federal
La victoria en Seattle fortalece la lucha del PST para defender su exención del requisito de entregarle nombres al gobierno de Estados Unidos, exención de la cual ha gozado por 26 años. Esta ayuda a todos los socialistas, candidatos obreros independientes y militantes sindicales.

La Comisión Federal de Elecciones (FEC) se convenció en 2003 de prorrogar la exención del PST hasta 2008. El partido ha sido representado ante la FEC por su abogado general Michael Krinsky, destacado abogado defensor de los derechos constitucionales y uno de los principales socios de la firma de abogados Rabinowitz, Boudin, Standard, Krinsky & Lieberman. Esta firma, basada en Nueva York, ha entablado y ganado muchos casos históricos en defensa de las libertades civiles remontándose a la caza de brujas macartista de los 50, y ha defendido muchos de estos casos ante la Corte Suprema.

Krinsky preparó la petición entablada por el Partido Socialista de los Trabajadores ante la FEC en 2002.

“Ahora, hasta la junta en Seattle ha tenido que reconocer la necesidad de protección frente a las pruebas categóricas de continuo acoso y amenazas”, dijo Krinsky al Militant. “Sería lindo pensar que el respeto a la libre expresión es tan universal que ya no es necesario mantener en secreto la identidad de los contribuyentes, pero lamentablemente no es así”.

“Haremos mención de la decisión de Seattle al buscar exenciones de otras leyes “, dijo Krinsky.  
 
Carta del PST a la SEEC
La carta del abogado James Lobsenz presentada en junio a la SEEC a nombre del PST señaló que la Corte Suprema de Estados Unidos ha fallado a favor de estas exenciones en varios casos, incluyendo la decisión de Buckley v. Valeo en 1976, y Brown v. Socialist Workers 1974 Campaign Committee (Ohio) en 1982.

La petición del PST también citó las decisiones en 2003 y 2004 del juez de distrito federal Robert Lasnik que anularon la denegación de la exención por parte de la SEEC a un candidato del Freedom Socialist Party. Lasnik falló que la ley municipal que exigía la revelación de nombres no era constitucional según la aplicaba la comisión. La SEEC posteriormente le otorgó al FSP una exención del requisito en abril.

El PST presentó declaraciones juradas a la SEEC sobre unas 85 instancias de violencia y hostigamiento desde 1996, incluyendo los ataques en Los Angeles y otros seis que ocurrieron en los últimos dos años. Otras declaraciones daban muestra de hostigamiento por la policía, robos, vandalismo, amenazas de muerte, ataques físicos, despidos o casos de negación de empleo a candidatos y partidarios de las campañas del PST. La petición destacó el ataque incendiario contra la sede de la campaña del PST el 11 de septiembre del 2004 en Hazelton, Pennsylvania.

Diez de los incidentes presentados a la SEEC se dieron en Seattle. Dos de ellos fueron amenazas de muerte contra partidarios de la campaña del PST para el Congreso de Estados Unidos en 1998.

Al destacar estos incidentes locales, Lobsenz declaró ante la SEEC que la Corte Suprema de Estados Unidos había fallado que el hostigamiento en una ciudad o un estado constituye motivo suficiente para otorgar una exención en otra localidad. El acceso por la Internet a los documentos públicos, dijo, hace aún más importante la necesidad de esta norma.

La petición también señaló que los incidentes presentados por el FSP “son pertinentes al tema de si existe una probabilidad razonable de que los candidatos y partidarios del PST sean hostigados”.  
 
Audiencia polémica
Los siete miembros de la SEEC votaron unánimemente a favor de concederle al PST la exención. Sin embargo, durante más de una hora, la mayoría de los comisionados hicieron declaraciones y preguntas rencorosas que parecían dejar claro que habían votado así de mala gana, no por estar convencidos de que una exención fuese necesaria en la liberalísima ciudad de Seattle, sino para evitar otra anulación en una corte federal.

Wayne Barnett, director ejecutivo de la SEEC, que no es un miembro con voto, recomendó otorgarle la exención al PST. El PST, dijo Barnett, claramente cumple el requisito establecido por las cortes federales. Otros miembros discreparon.

“La transparencia” en las elecciones “es un valor que debe defenderse”, insistió el comisionado Paul Dayton. ¿Qué ocurre si “la voz de un candidato” está bajo la “influencia de un gobierno extranjero?” Cuestionó la declaración del PST de que el hostigamiento contra otros grupos socialistas era pertinente a su petición de exención.

Robert Mahon, otro miembro de la SEEC, se quejó de que los requisitos establecidos por las cortes federales “eran tan bajos” que era casi “automático” otorgar la exención.

Aparentemente frustrado, Gregg Hirakawa preguntó, “¿Podría alguien postularse en las elecciones como socialista y no pasar la prueba federal para obtener la exención? ¿Hasta cuando debemos otorgar estas exenciones?

Michelle Radosevich simpatizó con estos argumentos pero advirtió a sus colegas que la SEEC había recibido “una orientación del Juez Lasnik que no sería prudente ignorar”.

Mahon objetó varias veces que aunque quizás fuera razonable que el PST buscara garantías, no era pertinente porque las elecciones para alcalde de Seattle “no son partidistas”.

Lobsenz sacó el folleto de la campaña del partido, se lo mostró a los comisionados y leyó el titular, “¡Apoye la campaña del Partido Socialista de los Trabajadores en 2005! Chris Hoepnner para alcalde de Seattle”. El folleto, explicó Lobsenz, presenta la plataforma del partido para el 2005, “Lo que propone y defiende el PST”.

Aún urgen fondos para sufragar los gastos legales conforme el PST se prepara para la audiencia del 11 de agosto ante la PDC y responde a otras violaciones de sus derechos electorales. Los cheques deben hacerse a nombre del Socialist Workers Party. Los que deseen hacer donaciones exentas de impuestos pueden hacer sus cheques a nombre del Political Rights Defense Fund, señalando que es para la “lucha por los derechos electorales del PST en 2005”. Envíelos a la sede del PST, 5418 Rainier Avenue S., Seattle, WA 98118-2439.  
 
 
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